Lo siento, no me acostumbro. No me acostumbro a tener que salir a correr abrigado, con el gorro, los guantes, lloviendo, con los mocos cayendo, terminando empapado de agua hasta los calzoncillos... No me acostumbro. Sé que otros que viven en otras zonas de nuestra geografía, amantes del running, salen en peores condiciones: estarán acostumbrados, yo no. Tengo una especie de sopor y hartón completo a esta climatología. Oye, unos días, unas semanas, un mes, bien, se aguanta, nos resulta incluso placentero, pero... cuatro meses así. No puedo más...! Así comenzó la semana. El lunes lluvia y frío. Como la semana anterior había sobrepasado el objetivo, decidí tomármelo de descanso, a ver si mejoraba (jaja). Pero el martes volvimos con lo mismo, algo menos de frío pero lluvioso: llegué a casa a eso de las 21h y mira, nada me hacía ponerme las zapas y salir a pasar 'penas climatológicas'. La semana iba cuesta abajo con lo cual el miércoles dije que "¡se acabó!" y me propuse,