A Jorge Carriedo(*), amigo y compañero. Algún día unos, esos, sabrán que las personas lo son más allá de títulos que tinta, de un color u otro, colorea una tarjeta. Y yo, ajeno a tintas, ajeno a tanto, ajeno a modelos y normalidades, buscador eterno de peculiaridades, me llevo siempre egoísta de mi, en este caminar en constante vivir, lo único que un hombre puede portar en ese bolsillo inexistente del que va o viene... pero queda siempre y está: la persona. (*) Jorge Carriedo es amigo y compañero, y una de esas personas que ejemplifican que más allá de los cargos, lo más importante en la vida, son eso, las personas. Además, Jorge, es hijo del maestro poeta, Gabino Alejandro Carriedo.