Cuando el Silencio Me Llama...

 El éxito en la vida nunca está en lo que hagamos, estará en lo que Somos.

Si no nos quejamos y en cambio nos enfrentamos a la vida, de seguro que mejor nos irá.

¿Podemos satisfacer todos nuestros deseos? Yo creo que no, no tienen fin. Lo que sí que podemos es desear lo bueno y apreciar lo que ya tenemos, porque inevitablemente lo perderemos algún día. Vive hoy y déjate de tontunas.

Normalmente intento evitar a aquellas personas que hablan mal de los demás. ¿Por qué? Porque los mismos, cuando yo no estoy, hablarán mal de mi.

 

Los miedos nos detienen a la hora de alcanzar nuestra grandeza personal.

Creemos que el sentido de la vida nos lo da el tener muchas cosas de valor. Es todo lo contrario. El verdadero sentido de la vida lo da tener valores.

  La vida de cada uno se va construyendo con los pedazos de tiempo que vamos dejando en el camino, como aquellos que una vez recogidos llevan al destino.

No recuerdo un solo día en el camino sin un obstáculo. Parece como que el vivir sea una carrera en la que lo difícil es que sea fácil.

Todos queremos ser mentalmente fuertes, pero no estamos dispuestos a experimentar el dolor necesario para desarrollar ese conjunto de habilidades.

 

Normalmente intento evitar a aquellas personas que hablan mal de los demás. ¿Por qué? Porque los mismos, cuando yo no estoy, hablarán mal de mi.

Lo más importante en la vida es saber lo que uno quiere y cuando lo quiere. A veces nos pasa tarde pero lo importante es que pase.

La mayoría de nosotros somos unos privilegiados, no hay más que ver las imágenes diarias en tv, pero esta fuente de alegría se suprime en el momento que no dejamos de desear tener más.

 

Hay días que parece nos falta tiempo. Yo creo que son días en los que nos falta priorizar. La falta de tiempo es falta de prioridades.

Es en el silencio dónde encuentras que la vida simple es la que te procura más alegrías.

No despierto al silencio, despierto en el silencio convertido en verso en este lugar inmenso.

Todo lo que hacemos con disciplina es un voto de confianza y autoestima para nuestro poder personal. Tu fortaleza es tu verdadero poder.

 

Cada día que pasa tengo más claro que el sentido del Ser conlleva ser lo más normal posible y no aparentar lo que no se es.

Cuando estamos quietos perdemos más tiempo que cuando cometemos errores en movimiento.

A veces hay que pensar un poco en todo el camino que llevamos recorrido para llegar hasta aquí, a hoy. ¿Nos vamos a rendir ahora? A seguir caminando.

 

Enfócate, toma interés por superar los obstáculos que aparecen en el camino. Aquello que hoy parece imposible o difícil, con constancia dejará de serlo y parecerá fácil.

Llega ese momento en el que parar se hace imprescindible para seguir Siendo. Hoy es un buen día para Ser, parando.

Me cuesta pensar que el objetivo en la vida es ganar más dinero para no volver a trabajar nunca.  El objetivo debería ser dedicarnos a lo que nos haga sentir ilusionados, satisfechos y con propósitos (a pesar de que haya momentos malos). Encontrar eso es triunfar de verdad.

El mejor lugar donde estar es en aquel que no tienes que demostrar nada a nadie. Hemos diseñado nuestras vidas con pocos lugares así.

Seamos críticos con nuestra mente y creamos más en lo que hacemos.

En los momentos malos es cuando nos sale lo mejor de nosotros. Busca tu lado bueno cuando creas que todo está perdido, ese poder solo lo tienes tú.

Diría que, noventa y nueve veces de cada cien, ninguno nos criticamos a nosotros mismos por nada, por grandes que sean nuestros errores. Noventa y nueve de cada cien, criticamos a los demás. ¿Nos lo hacemos ver?

 

Nuestros hábitos son nuestra vida. Si tenemos buenos hábitos tendremos buena vida. Por el contrario, un mal hábito nos destroza la vida.

Los líderes lo son en la arena, manchándose de barro, en las circunstancias más adversas. Ser líder desde un despacho, mandando o apretando botones, no es más que un síntoma de cobardía.

He despertado pensando que demasiadas veces me encuentro buscando claridad mental. Creo que lo que debemos buscar es consistencia de los buenos hábitos. Ni más ni menos.

¿Quién no aprende cada día? Pensé un tiempo que lo sabía todo, pero no sabía nada. Lo importante no se aprende fuera, se aprende dentro.

No sé cómo puede haber personas, muchas y respetables, que gustan más de la ciudad que del campo.  Cuando paso un fin de semana en Minaya , despertado por el trino de los pájaros, saludado por el frescor del viento que airea la higuera y el almendro, escondido, de alguna forma, en el silencio, d e alguna manera allí me curo de todo, hasta de mí mismo. Cuando nos alejamos de la ciudad es como si algo cambiara en nosotros. En los pueblos, en el campo, todo sucede diferente. Las sensaciones son distintas. Los olores. El viento. Los caminos ajenos al asfalto. Las lindes. Las piedras que nos hablan y que esconden los años que han pasado, los nuestros. Todo esto no se puede comprar ni vender. Esos rastrojos dorados. Tierras cubiertas de las pajas que no han entrado en las pacas. El deslumbre del sol. Respiramos profundamente y sí, hemos desconectado. Es allí, en esos campos, donde crece la vida.  Las flores inundan los márgenes del camino ahora, en épocas estivales, bajo rayos de un sol embr

Según los pensamientos que elegimos, vamos dando forma a nuestras vidas.