Cuando el Silencio Me Llama...

Despertar llenos de luz tras la tormenta. Uno se llena de gratitud al escuchar del silencio los versos de la vida.

Prefiero responder por cómo soy, no aparentar una persona que no soy. Eso es, al fin y al cabo, ser honesto contigo.

El mayor lujo que nos ofrece la vida es disfrutar de ella. Permítete hoy, pues, disfrutar de tu vida.

 

Levanta e invéntate el mundo. Si nos faltan peldaños para salir del pozo, pintémoslos. Inventemos la vida en positivo y te aseguro que terminará por ser verdad.

Lo normal si no paras tú es que el cuerpo te pare. Si el cuerpo te para tal vez todo sea peor.

Si tenemos claro hacia dónde vamos, tendremos más posibilidades de llegar. Si no sabemos hacia dónde, mucho menos para qué y cómo. Apunta y dispara.

La sensibilidad no es debilidad y a veces lo confundimos. Una persona sensible se preocupa más por el resto que por sí mismo. Prefiero un sensible que un listo.

Toda caminata, larga o corta, cuesta arriba o cuesta abajo, comienza con un paso. A veces parece que no dejamos de dar primeros pasos, nunca llegamos.

Contemplamos impacientes los cambios vitales. Todo cambia, nada permanece. Hay cambios complicados y cambios naturales. Asumir, adaptar. El cambio es avanzar, no morir.

 

¿Te das cuenta que cuando hemos registrado la idea de “ahora”, ya es “después”? Por eso es tan importante no perder el “ahora”, después deja de estar.

Solo si reconoces tus debilidades, podrás iniciar el camino hacia tus fortalezas.

Creo que a veces lo mejor es saber menos. Cuando crees que sabes más que los demás te conviertes en alguien que busca más que necesita.

¿Verdad que nos solemos quedar en la superficie de las cosas? No comprendemos que en la hoja de esa parra o en la curva de un camino late el infinito, lleno de versos. Aprender a contemplar y sentir lo que nos rodea. Nada más.

Cada día está hecho para vivirlo como si fuera una vida. Levántate y vívelo como si fuera el último.

Buscamos la felicidad cuando somos mayores porque simplemente hemos olvidado ser niños. Los niños no buscan ser felices, lo son por naturaleza.

Los errores del pasado son el mejor máster. Nos preparan. Considera sus lecciones como un aprendizaje para crear un futuro mejor.

Bajemos la velocidad a la que vivimos la vida. Vivámosla. Si vas demasiado deprisa tan solo la verás pasar.

 

Cada día cometo un error, y ya son años. Cada día camino más despacio, me cuesta más llegar, por los años. Pero no dejo de intentarlo y por eso siempre iré por delante de todos los que no lo intentan.

La alegría hay que buscarla. Creemos que tenemos derecho a ella pero debemos tener predisposición. Si queremos, incluso en la adversidad nos acompaña.

Todos tenemos demasiados ‘nunca más’ atravesados en la cabeza, en el corazón. Per solemos volver y volver sin pensar que tan solo debemos decidir hacer y no decir: nunca más.

Qué verdad es que cuando todo parece estar bien hacemos lo contrario y volvemos a generar que todo se vuelva a mal.

 

Nos damos siempre cuenta tarde de que olvidamos casi siempre lo que de verdad importa para entretenernos en lo absurdo.

Para poder ver, debemos encender la luz. Somos cada uno responsables de vivir en la oscuridad permanente o dar la luz.

No es lo que no tienes lo que te hace infeliz, es valorar lo importante de lo poco que tienes lo que te hace feliz. El deseo de tener evita disfrutar de lo que tenemos.

 

Es difícil tenerlo todo, como lo es también que el Todo nos haga felices. De hecho, así está comprobado: no todos aquellos que más tienen lo son y muchos de los que menos tienen gozan de esa alegría y felicidad.

La vida te ofrece todo de lo bueno y todo de lo malo, cada uno elegimos. Hasta lo malo, vivido, puede ser una experiencia positiva: porque vivimos.

Lo mejor de no parar caminando es que, cuando te das cuenta, has llegado a la meta y tienes que volver a empezar. Volver a empezar siempre es una oportunidad para cambiar.

No se progresa rápida ni fácilmente, con lo que la paciencia es la virtud. Confianza y perseverancia.

Somos actitud. La actitud es nuestro pincel, con él coloreamos nuestra vida. Elige los colores.

Para estar en calma, en paz, felices, no nos queda otro remedio que entrenar nuestra mente, tratando así de eliminar esos estados negativos que nos van y vienen y lo único que nos generan son insatisfacciones.

No me gusta lo que soy, tampoco lo que quiero… ¿si es así, por qué no lo cambias?