Running Getafe... y 3.
Imagino que en esto del correr, cuando pasan los meses y los años, cada uno tiene sus costumbres, manías y momentos. A mi esta semana me ha ocurrido que han podido más los compromisos gastronómicos que los encuentros running. Reconozco, pobre de mí, que después me entra remordimiento de conciencia, pero en el momento, en el instante mismo del sabor del alimento, me echo a perder. No lo puedo evitar: me encanta el buen comer. ¿Por qué lo digo? Porque mi objetivo está en salir a correr 5 días por semana. ¿Y qué he hecho esta semana? Salir cuatro. ¿Y por qué? Porque he tenido tres días de comidas comprometidas, en las que la gastronomía además de la cata de vinos y licores varios ha dejado relegado el buen 'correr'. Eso sí, 'que me quiten lo bailao' : que las gachas manchegas -con su choricillo y tocinillo refrito- del jueves, y el chuletón de Ávila -con sus patatitas fritas de acompañamiento- del viernes todavía los siento como si estuvieran delante. Y claro, como me dejo