¿Por qué existimos? ¿Por qué somos? ¿Por qué estamos? ¿De dónde venimos? Hubo un tiempo en que todo esto se lo preguntaba a mis padres. No supieron responder. Ahora me lo pregunta mi hijo. Tampoco sé qué responder porque todavía no he dejado de preguntármelo yo. Espero algún día saber.

Comentarios

  1. Para nuestra desgracia, eso solo lo sabremos cuando nos muramos, y para entonces seremos incapaces de contárselo a los demás humanos.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30