31.10.2015... "Juro no decir nunca la verdad".
Así sentado, buscando la quietud de este S abbat , ajeno a todas las circunstancias y con la mirada un poco perdida en este cielo limpio que el Eterno ha decidido regalarnos, pensaba en lo rápido que pasan los días. Repasaba los últimos. Tanto o tan poco, pero el mismo tiempo cada día: 24 horas . Retos, ilusiones, tropiezos. Aciertos, fracasos, estupideces, éxitos. Todo puede ocurrir y acumularse alrededor de cinco días. La cultura de la exigencia que uno se impone, la cultura de la inquietud en vena. Todos tenemos nuestras manías. Es como que muchas veces uno se busca y no termina de encontrarse. Es como que cada uno se miente mientras reconoce que nunca lo haría. Es como que cada uno se reconoce en las páginas de estos libros que habitaría. Jamás me he resistido a un reto. Jamás he evitado un charco en el que mancharme hasta las cejas. Envuelvo mi vida en versos. Idealizo cada momento porque así encuentro el sentido de mi existencia. Aparco penas en pal