20.10.2015... calles de otoño!




Las calles se han llenado de hojas, comienzan las lluvias y parece que las nubes irrumpen en nuestra mente revolviendo nuestros pensamientos para convertirlos en grises.

A partir de ese momento nuestras emociones se apoderan de nosotros. Si nos dejamos llevar por el grisáceo del día, siempre habremos perdido una oportunidad.

Si al contrario, elegimos un pensamiento positivo, por ejemplo pararnos a respirar en la calle, en el inicio de la mañana, mirar a nuestro alrededor, respirar y aspirar, buscar en el cielo los resquicios de luz que se esconden tras las nubes. Está ahí. La luz está ahí.

Pensar que cualquier obstáculo que se nos presente hoy podemos superarlo, porque somos capaces de ello. 

Que depende de cómo miremos las cosas, y de cómo reaccionemos frente a lo que nos pueda ocurrir, para ser capaces de superar con éxito cada obstáculo.  

Es como  esas hojas que hoy caen de los árboles, apagadas, buscando el reposo sobre el césped o en la acera, pronto volverán a surgir de esas ramas retorcidas, que siempre miran al cielo, y generarán el frondoso verdor que volverá en primavera.

Están siendo estos días extraños. Entre poéticos y distantes. Otoñales.

Son momentos de retos, de dar pasos firmes, de afrontar con valentía cada problema que va surgiendo. Es muy importante tener la mente abierta, olvidar lo negativo y adoptar una actitud constructiva.

Es momento de pensar mucho, de ordenar y reordenar. De no tomar decisiones a lo loco. De vivir cada momento con la misma ilusión con el que afrontamos cada reto. 

Tal vez sean demasiados y variados proyectos. Tal vez no sea ninguno. El hecho de pensarlos, de dedicarles tiempo para la reflexión, ya es un paso.

Todo puede ser una oportunidad.

Feliz noche.



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