Soy de los que confío siempre en resolver todo lo que me viene. Y a veces no es posible. Últimamente, deben ser los años, quedo quieto, en calma, y me digo eso de que sea lo que Dios quiera. Y finalmente… lo quiere.
Gratitud por el día que voy a iniciar, de descanso; gratitud por esta vida y gratitud por el pan de cada día. De vez en cuando debemos parar y, simplemente, agradecer.
Creo que eso de convertirte en un imbécil es algo bastante fácil. Simplemente me doy cuenta observando. Se puede llegar a conseguir de diferentes maneras. Hasta yo, descubro, voy progresando en ello.