Cuando el Silencio Me Llama...

En estos momentos escucho truenos. El cielo está oscuro, aunque a lo lejos veo algún claro. Hace un rato estuvo lloviendo y es posible que vuelva a hacerlo. Hace calor. Hoy agradeceré la lluvia porque limpiará de alergias el ambiente. He vuelto a coger el ritmo, y con ello los desórdenes, el querer abarcar demasiado, el perder la verdad de los momentos que se van a una inusual velocidad. Las terrazas de los bares están llenas. Las alergias, al menos a algunos, como yo, nos atrapan y nos tienen llenos de mocos, toses y ese sabor a hierba en la garganta. Sigo diciendo que todos somos bastante irresponsables. Nos reencontramos, nos abrazamos. Nos agolpamos en las mesas como si esto no hubiera ocurrido nunca o hubiese terminado. Hemos sabido hoy, en palabras del Presidente del Gobierno de España, en su homilía semanal , antes de la comida, que se prorroga el Estado de Alarma hasta el 21 de junio inclusive. Creo, sinceramente, que es totalmente innecesario, a no ser

Algo que me digo una y otra vez: Hazlo.  Cometeré mil errores, pero volveré a intentarlo siempre. Me caeré mil veces.  Y mando todo a la mierda pero siempre vuelvo a empezar. Me machaco mentalmente, pero me doy cuenta que todo pasa y todo llega.

Hemos pasado el día entre papeles y proyectos. Sin muchas ganas de escribir al terminar. Cansino. Dejemos que los versos se recojan en el tiempo. Cogí un verso al azar de todos aquellos escritos acumulados en el desván  desvalijada memoria. Cruza el aliento de boca en boca silencioso, decía. Apreté mis labios no se si buscando esos que ni cerca ni lejos encontré entre todos que en simplicidad miraban esa caricia certera su tecnología.

Los resultados son consecuencia de lo que hacemos, independientemente de las circunstancias. Si no hacemos evidentemente no habrá resultados.

No he podido aparcar en la calle. Tampoco he llegado a la hora que preveía a la oficina. Comenzar los días con prisas es terminarlos antes. Ha sido una noche de sueños extraños, revueltos. No me he despertado nervioso pero sí intranquilo y con esa alegría que uno despierta los viernes. Macarrismo político . ¿Para qué? Se está buscando la confrontación entre los ciudadanos, crispar, generar cortinas de humo para tapar lo verdaderamente importante. ¿Qué nos preocupa a los ciudadanos? ¿Que nuestros representantes políticos se insulten? ¿A ver quién es más chula o la monta más gorda? ¿Eso queremos? Eso es lo que tenemos. ¿Pero esto qué es? Cada día mueren españoles que se suman a esa larga lista de miles. Los contagios parece se frenan, pero no paran. Miles de familias ven perder sus ingresos y engrosan las colas para pedir ayudas y comida. Y ellos mientras ¿qué? En peleas de gallos.

Lo cierto es que levantarte si te caes no es difícil, lo difícil es quedarte en el suelo.

Parece que cada día lo inicio más temprano, aunque las pastillas de la alergia me estén provocando un sueño inmenso, sobre todo a la hora de levantar. A partir del lunes vuelve el control del aparcamiento en las calles de Madrid. El pago por aparcar. Una medida que, desde mi punto de vista, humilde opinión, no me parece correcta. Por un lado, se pide que intentemos no masificar el transporte público, en mi caso el tren de cercanías; pero no se facilita el aparcamiento en Madrid de manera gratuita. Entiendo, entendía, esperaba, que mientras viviésemos con la imposición del Estado de Alarma,  ciertas restricciones no volverían. Como es normal, muchos no podemos ir a trabajar en coche y, además, pagar por aparcar. A lo mejor la vuelta a la normalidad es eso. Volver a lo que no podemos. En este caso no es una queja, es una protesta. ¿Qué más le daba al alcalde de Madrid, que tan bien está gestionando esto, esperar 15 días más? El próximo lunes, pues, comentaré el funcionamie

No sé por qué hoy me he despertado con este pensamiento: a veces no tener objetivos es el objetivo. Simplemente vives en paz.

Sinceramente que, ahora que me pongo a escribir estas líneas, mientras repaso el día, he dudado si estamos a martes o miércoles. Ante la duda y el lío mental, todavía he tenido que mirar en la agenda a ver si estaba en la razón o no. Pensé era martes. Cuando las horas te ocupan, los días se van. Si en el repaso consigues haber sacado algo de provecho, te acuestas con esa sensación, extraordinaria, de paz, de no haber perdido el tiempo. ➡️ Difícilmente podemos tener éxito si no tenemos Paz. ☝️ Muchas veces, todo aquello que asociamos al éxito, o como éxito, está exento de Paz. ➡️ La Paz Interior te genera Paz Mental, es la ausencia del conflicto. 👉 Podemos estar rodeados de todos los bienes del mundo, materiales, y no estar en paz. El conflicto está en esas creencias que nos limitan, está en el miedo, en ese ego que no somos nosotros pero que forma parte de nosotros haciéndonos creer lo que no somos. El ego es ilusión. Nos hace ver una realidad distinta

Tu mundo interno también lo creas tú; de tu mundo interno depende tu mundo externo.

El por qué hay días que, aunque uno se acueste cansado, no sea capaz de dormir bien, no sé si podría tener algún significado. El caso es que así fue la noche pasada. Tal vez pasar de Fase, en este estado de desescalada,  y comprobar que realmente, el día a día de tu vida, tampoco cambia tanto. Visitar libremente a tus familiares o, en algún momento de ansiedad, tomar una caña en una de esas terrazas en las que tengas espacio para hacerlo. Por lo demás todo sigue igual. Anoche, tuve que estar escribiendo hasta tarde, presentaciones a las que me había comprometido y que venía arrastrando; el madrugar, esta mañana (tal vez haya sido eso, por lo pendiente), me ha servido para terminarlo tal y como me había comprometido. Curiosamente, mientras tomaba un café junto a la oficina, me he encontrado con esta cita budista: "No te enojes con el pozo que está seco porque no te da agua, más bien pregúntate por qué sigues insistiendo en querer tomar el agua donde ya has e

¿Qué es la felicidad? De seguro cada uno de nosotros tenemos una respuesta diferente a esta pregunta. ¿Eres feliz? Si la suma de momentos felices es superior a la suma de momentos infelices, podríamos decir que Sí.

Temprano, junto a la oficina. Así he comenzado este día. Tomando ese primer café, en una mesita, en la calle, agarrando esa dichosa Fase I. Puede parecer absurdo, lo es, pero volver a la normalidad cuanto antes es esencial. No volvemos más fuertes, como algunos dicen. Lo hacemos con fuerza . Estamos más débiles y somos más vulnerables; lo sabemos y reconocemos. Se han perdido vidas y hemos sentido en nosotros nuestra vulnerabilidad. Somos fuertes, pero no  salimos de esto más fuertes. 👉 Tendremos que hacernos más fuertes, seguro,  y eso el tiempo lo dirá. El ánimo es lo más difícil de mantener y menos en situaciones tan complicadas como la actual. Pero sin ánimo, es difícil caminar. Y si no caminamos, lo que sí que nos puede pasar, es que caigamos y no podamos levantar. ☝️ Me falta mucha normalidad. Si lo pienso fríamente, antes que lo digan otros, lo digo yo: nunca he sido normal.  🤔 Pero la anormalidad global, a los anormales, nos hace todavía má

En ciertos momentos deberíamos pararnos a pensar que nada es tan importante y que todo termina por pasar.

El cielo azul, limpio, puro que, desde que amanece, veo por la ventana, me anima a salir a caminar temprano. Hasta los pájaros se sorprenden por ese silencio, que comienzan a romper los deportistas o caminantes que salimos a cientos. Jamás había visto tanta gente, a esas horas de domingo, en la calle. Es entonces cuando los gorriones, las palomas, los mirlos, los estorninos, los jilgueros y abubillas, que creían haber encontrado su universo, se esconden en sus rincones, en las ramas de esos árboles poblados, contemplando esas manadas de personas que en muchos casos, bajo una sonrisa engreída, esconden, en muchos casos, resentimientos, cóleras, enfados, envidias y odio. Porque así somos los humanos. Mañana pasamos, en la Comunidad de Madrid, a la Fase I. A día de hoy, todavía no puedo creer la situación que hemos vivido, que no ha terminado, pero que nos mantiene tras más de dos meses sin libertad. Qué curioso,   casi siempre las cosas no son como nos imaginamos. N