He terminado el lunes: feliz. Uno puede resultar pesado, empalagoso, con lo suyo. Es verdad que el exceso cansa, pero en mi caso, sinceramente, no vengo aquí a hablar ni de mi 'libro' -que podría-, ni de la felicidad 'papuchi mío que te como siempre' de los David Bustamante , -que parece que en el mundo no existe más pareja ejemplar, en todo, que ellos mismos porque ellos mismos se lo cuentan y dicen (ya veremos)- ni de los Pablos ni Nicolases, ni de nada más. Vengo a hablar por aquí, en este rincón mío, de versos, de poesía, de creación. Soy un idealista -lo he sido siempre, así me ha ido- , un bohemio romántico de las ideas, de lo artístico de la creación. Crear es pasión e ilusión. Crear provoca una sensación de felicidad y bienestar que no tiene que ver con nada. Hace no mucho tiempo nació una marca: #versosdArte . Una marca madre que pretende sembrar y producir varios proyectos que tendrán una única característica: estar envueltos en versos,