Running Getafe... y nevando.-


Está claro que cada uno tiene sus pequeñas o grandes manías; esas locuras que surgen de repente pero que no hacen daño a nadie. Eso me ha pasado esta tarde. Sabía que comenzaría a nevar a partir de las 15 h -me lo habían avisado desde el 112- y que la probabilidad era -o es- que no parase hasta la media noche. No he podido evitarlo. Locura absoluta, aunque no he sido el único: a las 18 h he decidido ponerme las zapatillas y salir a dar una carrera/paseo sobre las aceras blancas. Ha sido el mejor momento y la mejor sensación. Mejor momento porque la nieve todavía estaba en situación de polvillo y no resbalaba. La mejor sensación porque correr sintiendo los pequeños copos de nieve fría sobre la cara es algo que en muy pocas ocasiones podemos experimentar. Una experiencia increíble que de seguro aquellos runners que viven en zonas de sierra vivirán habitualmente. Aquí, en el sur de Madrid, esto no es normal. Me ha encantado. Han sido 44 minutos a un ritmo que no ha superado los 5'30". ¿Y qué? ¿No se trataba de disfrutar? Pues eso, cada momento para cada momento. Correr es disfrutar, es vivir y sentir sensaciones que de otra forma sería imposible sentir. Correr con este frío, contemplando como las aceras, los parques, se van cubriendo con un mando blanco, es algo más que poesía: es vida.

Por no decir, que sí comentar, que tras la carrera tuve mi particular batalla de bolas de nieve con mi enano... este sí fue un momento especial, de esos que valen la pena de verdad.

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