Querido hijo...



A tu padre respóndele y sírvele siempre, con amor, dulzura y respeto; a tu hijo, hijo, enseñale a servir de igual manera.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30