Dice Dag Hammarskjöld que...

“El respeto por la palabra es el primer mandamiento en la disciplina por la cual puede educarse a un hombre a la madurez –intelectual emocional y moral.
El respeto por la palabra –emplearla con un cuidado escrupuloso y con un sincero e incorrompible amor a la verdad– es esencial para que pueda darse cualquier crecimiento en una sociedad o en la raza humana.
El mal uso de la palabra es mostrar desprecio por el hombre. Socava los puentes y envenena los pozos. Provoca que el Hombre retroceda en el largo sendero de su evolución.
“Pero en verdad os digo, que cada palabra superflua que un hombre diga...”"

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