Siempre he dicho y creído, entre otras cosas porque lo que suelo decir -cuando lo digo- es porque lo creo, que la condición humana, ese Homo Sapiens que perdió el apellido quedó sólo con el Homo , no tiene límites. Pero desgraciadamente no tiene límites en mostrar lo peor de su ser. Vengo del verano de conocer ejemplos varios, variados y variopintos. Pocas veces nos muestra lo mejor y lo escondemos, no damos importancia. Pero como somos como somos, sólo cuando nos enseña lo peor, es entonces cuando no dejamos de darle publicidad, alentarlo e, incluso, valorarlo. Somos así.