Querido hijo...

Si transmites a tu cerebro que algo es imposible, abandona porque jamás lo conseguirás. Si le transmites que lo difícil puede ser posible, no dudes que terminarás por conseguirlo.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30