Quiero escribir tanto como quiero leer y para eso debería estar encerrado del día y la noche, de las tentaciones del pasado o los oscuros silencios del futuro. Tengo tanto para escribir como tanto para leer y tengo esa necesidad de tiempo que a veces me llena las páginas de versos o me recoge los márgenes de la vida en tinta de colores. Uno es, simplemente, como es, eso no lo cambia nadie. Vivo el presente pero no puedo dejar de buscar el futuro. El miedo al futuro siempre nos pervierte el presente. Me vienen estas reflexiones cuando repaso, por fin, tras varios meses, lo que será mi próximo libro que, si no lo remedia nadie, estará publicado en el próximo mes de octubre: Silenciando el Camino . Han sido meses de recopilar y ordenar textos, tiempo de corrección, una y otra vez, primero de los textos y luego de las pruebas, para finalizar con el diseño de las portadas. Hacer un libro, publicar un libro, es algo, además de apasionante, realmente estresa...