Diario de un Estoico. Lo que el viento nos deja. Semana 39

M/22.L Desperté a las cinco y media de la madrugada. He escuchado el sonido del despertador cuando caminaba ya hacia el tren. De vez en cuando comienzo así la semana, cuando me pueden los temas pendientes y amanezco con esa ansia de que termine el día cuanto antes. No pierdas la primavera, el verano y el otoño, luego llega el invierno, otra vez, y con él caes y malvives. El tiempo y la belleza. El tiempo que se nos escapa como esa arena en la playa entre los dedos. La belleza que no está pero que está, simplemente debo parar y mirar, observar. Camino de la oficina, en el tren, concluyo ese maravilloso libro de Jesús Terrés, poético, ‘Buscaba la belleza’. Pura no ficción que nace en el alma y va rellenando el diario de una vida. De esos diarios, parece, se reconstruyen las páginas de este emocionante relato vital. “Es fácil vivir. Lo difícil es entender. Saberte frágil. No guardarte nada porque no exponerte es negar el milagro. No reniegues nunca de la...