Hemos llegado al domingo dejando atrás una de esas semanas que, como casi todas, pasan a gran velocidad. Pero tal vez haya sido una de esas semanas en las que, por determinadas circunstancias , me ha dejado tiempos para pensar. Y tal vez ese haya sido, principalmente, también una de las oportunidades que más me haya brindado el volver a terminar, nuevamente, el fin de semana en esta tierra nuestra que es Minaya . Si hay un lugar, en todo el planeta, que consigue encontrarme momentos para reflexionar y pensar, sin duda es Minaya . Minaya , mi pueblo, me ofrece sus caminos, que los he hecho siempre míos; sus campos y su cielo, las estrellas y el sol, su olor y sus rincones; mi familia y mis raíces, la tranquilidad y el silencio, la banda sonora de que provoca el cantar de los pájaros; esa lentitud que provoca versos. Minaya me ofrece momentos de quietud y momentos de vida; me ofrece ser consciente del instante o, simplemente, elegir la inconsciencia. Es ahí, ...