Sin duda alguna aquello que más nos hace sufrir es aquello que no está bajo nuestro control. Como decían los maestros estoicos, aprende a despreocuparte de aquello que no controlas. Eso sí, para algunos es bastante difícil.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30