El símbolo del Pez cristiano: ichtus.



El ichtus o ichthys (en griego ΙΧΘΥΣ, ['ix.θys] "pez") es un símbolo que consiste en dos arcos que se intersecan de forma que parece el perfil de un pez, y que fue empleado por los primeros cristianos como un símbolo secreto.

Antes que Constantino, en el año 330 d.C. convirtiera su idólatra imperio en un reinado católico, este símbolo acompañó a los cristianos diseminados por esas tierras.

Este dibujo era un esquema muy simple de un pez formado por dos arcos de circunferencia cruzados.

Solía dibujarse en la arena para identificar a esa persona que lo hacía como un seguidor de Cristo, que por ese tiempo era visto como un subversivo y sus seguidores, como personas realmente peligrosas, tanto para la política como para la religión.

La más antigua referencia escrita del símbolo cristiano del pez que se conoce es de Clemente de Alejandría (c 180), quien recomienda tener como sello una paloma o un pez. Clemente no da explicación de estos símbolos, por lo que se puede concluir que ya estos eran ampliamente conocidos. El pez se encuentra ya en las catacumbas romanas, en monumentos romanos de las primeras décadas del siglo II. Después del siglo IV, el simbolismo del pez gradualmente disminuyó. En la actualidad, muchos cristianos deseosos de testificar a través de este símbolo lo incluyen en sus cartas, automóviles, etc.; es una manera de decir, «soy cristiano y quiero que todos lo sepan.»

El acrónimo significa: Iēsoûs CHristós THeoû hYiós Sōtér; "Jesucristo, Hijo de Dios, Salvador".

I = Iesous (Jesús)
Ch = Christos (Cristo)
Th = Theou (Dios)
U=Uios (Hijo)
S=Soter (Salvador)

Es decir, «Jesús, Cristo, Hijo de Dios, Salvador»

Es interesante notar que en estas pocas palabras podemos representar sintéticamente nuestra fe.

Primero, la palabra Jesús. Cuando el Señor Jesús vivió en la tierra este nombre era muy común, muchas personas lo tenían, no llamaba la atención como puede serlo hoy.

En la Biblia hay varias personas que se llamaban como nuestro Señor. Eso da cuenta que Cristo estuvo en este mundo como un perfecto desconocido durante mucho tiempo, hasta que empezó a hacerse notable por sus palabras y sus hechos.

Dijeron de él: “Pero si este es el hijo del carpintero”, expresando así lo vulgar de su origen e historia. Sin embargo, este aspecto de su vida nos da la pauta que él estuvo entre nosotros, no como un superhéroe, sino un hombre más que fue como nosotros, pero sin pecado.

Hebreos 2
Por tanto, ya que ellos son de carne y hueso, Jesús también compartió esa naturaleza humana… era preciso que en todo se asemejara a sus hermanos, para ser un sumo sacerdote fiel y misericordioso al servicio de Dios, a fin de expiarlos pecados del pueblo. Por haber sufrido él mismo la tentación, puede socorrer a los que son tentados.

En segundo lugar la palabra Cristo, es transliterada del griego y significa “el señalado”, “el elegido de entre otros”. Aunque parecía uno más, Dios lo identificó como el que había venido a buscar y salvar a los perdidos sin Dios.

Mateo 3
Tan pronto como Jesús fue bautizado, subió del agua. En ese momento se abrió el cielo, él vio al Espíritu de Dios bajar como una paloma y posarse sobre él. Y una voz del cielo decía: «Éste es mi Hijo amado; estoy muy complacido con él.»

Es por eso que llamamos respetuosamente al Señor, Jesucristo, el hombre elegido por Dios.

Tercero, Dios hijo o hijo de Dios, es uno de los títulos que identificó al Señor en la tierra. La persona de Dios en la tierra mostró todas las características del amor y la gracia de Dios.

Nos mostró su corazón, anduvo entre nosotros y nos mostró el camino a Dios

Juan 14
“Yo soy el camino, la verdad y la vida, nadie llega a Dios sino por mí”

Finalmente, salvador. Este es tal vez el aspecto más dramático de esta declaración de fe.

Con este título expresamos que Jesús pagó un precio muy alto para llevarnos a Dios. Tuvo que salvarnos de las garras del diablo, tuvo que rescatarnos de nuestra vida inútil y tuvo que morir en lugar nuestro para llevarnos a Dios.

El salvador Jesús es el título que tal vez suene más dulce a nuestra alma, porque era lo que necesitábamos para vivir en paz con Dios y él lo sabía, por eso lo envió al mundo.

Quien cree y deposita su fe en este Jesucristo, Dios hecho carne y salvador del mundo, tiene asegurada la paz con su Creador y la vida eterna permanente en el cielo de Dios.

¿Es el pez simbólicamente la representación de tu fe?. ¿Entendiste y aceptaste este mensaje?. Si es así, podés alegrarte en que tomaste la decisión más importante de tu vida y si no lo hiciste, ahora es el momento de tomarla, ya que no tenemos comprada la vida y es muy breve como para vivirla sin Dios.

El uso del ichtus como símbolo secreto pudo haber sido el siguiente: una persona dibujaba unas líneas rectas y curvas en la arena de forma aparentemente aleatoria, de las que una de ellas era un arco circular (medio ichtus). Si otra persona dibujaba más líneas en el suelo y completaba la figura, los dos sabrían que ambos eran cristianos.

También era usado secretamente cuando dos personas que no se conocían muy bien se veían nuevamente, una de ellas le hacía la mitad del símbolo del pez en la palma de la mano a uno al saludarlo y el otro respondía haciendo la otra mitad si también era ferviente Cristiano, si no pasaba como una cosquilla o accidente, pero la mayoría de las veces se tomaban muchas precauciones, como el de investigar a la otra personas de antemano.

Antes del Edicto de Milán los cristianos no podían revelar abiertamente su fe, ya que corrían el riesgo de ser perseguidos o ejecutados.

El pez también se interpreta desde la psicología arquetípica como símbolo de la verdad profunda (bajo el agua) que se oculta para ser atrapada y, a continuación, salir a la luz. Que brilla en secreto en un primer momento, y el pescador debe obtenerlo para alimentarse. En la Biblia aparece Pedro como pescador, y Jesús simbólicamente se representaría como el guía a la verdad.

Puede haberse establecido un vínculo entre Jesús y el pez a partir del baño en el baptisterio (piscina, que literalmente significa estanque de peces) y la parábola de los pescadores de hombres que refería a los apóstoles. El pez era un símbolo de buena suerte.

Otra interpretación deriva de las condiciones astrológicas de la "Era de Piscis" ya que la conjunción áurea de Júpiter y Saturno tuvo lugar en el año 7 a.C. (el año del presunto nacimiento de Cristo) tres veces en el signo de Piscis en el zodíaco. Se interpretó que Jesús era la primera deidad cósmica de los peces. Y se designaba a los recién convertidos como "pisciculi" (pececillos) y el pez se convirtió, junto con el pan en símbolo de la eucaristía.

Fuentes: 

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