Jamás ignoremos a las personas que se preocupan por nosotros. Normalmente siempre están, hasta que dejan de estarlo y entendemos que son la pared en la que nos apoyamos.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Carta sobre la LEALTAD, a un Amigo leal.-

Diario de un Estoico III. El presente que me vive. Semana 1

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 52