¿Por qué te distraes de tu misión? ¿Por qué te dejas llevar por esos otros o pierdes el tiempo tratando de convencerles? No te rodees de aquellos que estáticos no avanzan y prefieren perderse en lo mundano. Confía en ti.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 33