Lo tengo claro, cuando me siento un rato y no pienso, luego se me acumulan los pensamientos y me es más difícil ordenarlos. Así que sigo pensando que el no dejar de pensar, aunque a veces me complique, es un orden en mi vida.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 33

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 34