Solo hay una Libertad a la que no deberíamos renunciar jamás: la libertad interior. Si te cuidas libre, vivirás tan libre que hasta ignorarás a los inductores.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 33

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 34