Amanece un día veraniego, los cantos de gratitud de todas esas aves que me acompañan, en este despertar a la luz, me señalan que solo la adversidad nos hace ver quienes somos de verdad.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 33

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 34