Diario de un Estoico. Lo que el viento nos deja. Semana 32

A/3.L
 
"Algún día en los años venideros, usted luchará con la gran tentación o temblará bajo el peso de la mayor tristeza de su vida. Pero la lucha real está aquí, ahora... Ahora se está decidiendo si en el día de su suprema tristeza o tentación, usted fracasará miserablemente o vencerá con gloria. Solo es posible formar el carácter por medio de un proceso continuo y constante". Phillips Brooks.
 
Soleada pero fría, ha comenzado la mañana de este lunes.
Tal vez debería haber cogido algún día libre esta semana, descansarlo, tranquilizarlo, dejarme llevar por la soledad y el silencio, en cambio he decidido ir a la oficina e intentar ordenar papeles y sacar adelante esos cuestiones pendientes que urgen. Uno de esos temas que me ocupa es el libro ‘Comunicación Institucional y Política’ que coordino, que se publicará próximamente, y la corrección de uno de sus  capítulos, ‘Nuevo liderazgo institucional y político’, que escribo en él. Liderazgo, uno de esos temas que no dejan de apasionarme desde siempre.
 
Me vuelve la ansiedad. Cuando la ansiedad llega es que algo ronda en nuestra mente y preocupa, aunque nosotros no lo percibamos como tal.
Trato de separar lo inmediato, lo que hoy me ocupa, de aquello que puede acontecer en un futuro de manera incierta. Nunca sabemos si lo que pensamos, lo que nos ronda, ocurrirá o no. Pero lo pensamos, nos ponemos en alerta.
Reconozco que hay asuntos que me preocupan, que no los tengo del todo cerrados, que me generan incertidumbres, pero que trato de evitar supongan una parálisis en mi actividad del presente. No es fácil de conseguir aunque mi capacidad de calma, serenidad y abstracción haya aumentado en los últimos tiempos. Me he rodeado de muy buenos compañeros: mis sabios.
 
No sé muy bien por qué doy tantas vueltas al ‘tiempo’: su sentido, su uso. Dar muchas vueltas nos obliga, también, además de reflexionar y recapacitar, a perderlo. En esos momentos de reflexión, meditabundos, no los dedicamos a otras cosas más enriquecedoras… 
Tener tiempo. ¿Qué es tener tiempo?
Todos tenemos 24 horas. 24 horas dan para mucho si las aprovechamos. Somos nosotros los que decidimos priorizar unas cosas sobre las otras.
El amigo Séneca nos decía, sobre el tiempo, que “no es que tengamos poco tiempo, es que perdemos mucho”. Otra de es afirmaciones que, además de sabias, son una certeza.
Revisemos en qué gastamos, o invertimos, nuestras horas del día, o de la semana.
Nuestra vida es lo que hacemos con nuestro tiempo.
¿Qué es lo importante para nosotros? Tan fácil como responder a esto.
 
 
A/4.M
 
Virtud, procede del latín virtus, que significa ‘fuerza moral’. Areté, en griego significa ‘lo que es bueno’, la excelencia.
 
Un líder actúa con prudencia, justicia, valor y templanza que son las virtudes platónicas. Sería un modelo de conducta.
 
“¿Podemos lograr que los líderes de nuestra sociedad –mandatarios, generales, empresarios- se preocupen por el bienestar general, de modo que la humanidad prospere, no solo desde un punto de vista económico y material, sino también espiritualmente?”, así comienza Massimo Pigliucci su excepcional libro ‘La forma del carácter. Una búsqueda de la virtud en la filosofía clásica’, en el que me adentro con entusiasmo en estos días.
 
Cada obstáculo en la vida es una oportunidad de crecimiento.
No existe vida sin malos momentos. No terminan nunca. Cuando crees que ya has superado uno, te llega otro.
 
Leo en mi sillón de casa. Tranquilo.
He conseguido terminar de reescribir el capítulo del libro de Comunicación. Realmente, era una actualización sobre ese tema, el liderazgo, que tampoco ha sufrido transformación en los últimos años; tal vez, en todo caso, lo que ha cambiado es la percepción de los líderes. No es fácil.
¿Qué es ser líder? ¿Preferencias de liderazgos? ¿Cómo cambia a lo largo del tiempo el perfil de un líder?
 
Xambo. Marca de ropa. Proyecto.
J transmite una ilusión en todo lo que hace que se hace difícil no creer en ello.
 
 
A/5.X
 
Comenzar el día con música, bailando en el coche mientras te diriges al lugar de trabajo (hoy abandonamos los movimientos del tren), moviendo los puñitos con esos ritmos que suenan mientras el resto de conductores que te rodean en la calzada, a uno y otro lado, con caras de no haber dormido bien, miran con recelo, de reojo y algo de envidia.
¿Qué haces a las 7h. de la mañana, todavía de noche, bailando en el coche? Comenzar el día como se deberían de comenzar todos los días, con una sonrisa, un bailecito y en positivo. 
 
Una vuelta de tuerca más al debate sobre los vientres de alquiler, gestación subrogada. De lo que en el inicio era una niña para una madre, famosa y pudiente, de 68 años de edad, ahora resulta que no es madre, es abuela. El semen era de su hijo, tristemente fallecido por cáncer hace unos años mucho. El debate no deja de ser el mismo, se le llame madre de 68 años o abuela.
¿Podría este bebé, gestado de este modo, portar un gen cancerígeno? Evidentemente sí.
Soy liberal. Creo en la libertad. Tal vez deberíamos poner ciertos límites significando la ética y la moralidad de unos y otros.
Todas las opiniones son respetables, por supuesto.
Me parece todo un poco disparate que dará que hablar mucho en una sociedad en la que todos estamos acostumbrados a opinar y hablar de los demás. También generará muchas portadas de revista, debates televisivos y dinero a los protagonistas que suelen aprovechar sus miserias para hacer caja y, por ende, seguir comprando vientres de alquiler para gestar niños.
 
¿Se está deshumanizando lo humano?
¿Qué es lo útil o lo inútil?
La curiosidad, la contemplación, la búsqueda de la verdad ¿son útiles?
Ahora lo útil, por ejemplo, es tener muchos seguidores en Instagram o trabajar 14 horas diarias para así poder mantener cochazo y casas en las que solo duermes.
Útil es la filosofía que te hace pensar, sentarte en una linde a contemplar los campos en primavera, escribir, buscar la verdad. Eso es útil.
Útil es dormir en paz.
 
“Después de tantos años estudiando la ética, he llegado a la conclusión de que toda ella se resume en tres virtudes: coraje para vivir, generosidad para convivir, y prudencia para sobrevivir.” Fernando Savater
 
Leer, estudiar, practicar la filosofía estoica que nació en Grecia en el siglo III a.C. está comprobado que puede ser una herramienta clave para mejorar nuestras vidas y las de la sociedad en este siglo XXI.
Aumentan las emociones positivas, disminuyen las negativas y nuestra satisfacción vital aumenta también.
El ideal estoico lo define muy bien el filósofo alemán Walter Brugger, es “el sabio que domina los efectos, soporta el sufrimiento con serenidad y se conforma con la virtud como única fuente de felicidad”
Cuando no puedes cambiar las desgracias o las penas que te vienen, cámbiate a ti mismo, concéntrate en ti, en tu interior, refúgiate en tu fortaleza interior. Si eres fuerte por dentro, nada ni nadie podrá destruirte.
Crea una individualidad fuerte, con independencia moral, virtuosa. Edifica tu libertad interior sorda al ruido exterior.

 
A/6.J
 
Viajamos a Minaya.
 
Me encuentro, leyendo ese fantástico y recomendable libro de Jesús Terrés, ‘Nada importa’, con un personaje que no conocía. Se llama Paco Guzmán, fallecido en el año 2013, físico, filósofo, escritor. Este gran tipo, con una enfermedad-discapacidad importante, dejó escrito poco antes de morir un panegírico que me ha resultado glorioso y digno de guardar como un tesoro:
 
"He visto y he hecho cosas que jamás imaginaríais, lo supe por vuestro asombro cada vez que os las contaba.
He visto las nubes pasar como algodones bajo mis pies sobre el valle del río Deva, en Cantabria.
He bajado sin frenos en la silla, a tumba abierta, como los ciclistas, un viejo puerto en la sierra de Madrid, con la única convicción de que yo y quien empujaba y derrapaba en las curvas, éramos capaces de hacerlo. Teníamos 12 años.
En un sábado estival del 94 descubrí cruzando el Puente de Londres que se hablaba más español que inglés. Y he divisado una gaviota cruzar Times Square y perderse entre los edificios de Manhattan, como un sueño desesperado en busca de un puerto.
He amado mucho, hasta querer morirme, fijaos que disparate… y no tengo noticia de haber sido correspondido, tan solo indicios, destellos confusos, y algún que otro chasco. Finalmente el acontecimiento no tuvo lugar… queda pendiente para la próxima vida.
Sin embargo, he practicado relaciones sexuales plenas, más de lo que la mayoría probablemente habría imaginado, y mucho, mucho menos de lo que me hubiera gustado en la vida. No lo comentaba casi nunca para evitar desaprobaciones inútiles e innecesarias. Pero en esta lista de cosas por las que mi vida ha merecido la pena el sexo no podía faltar.
Me he asomado a los misterios del Cosmos. Aprendí que el Universo es muy grande y las posibilidades infinitas, así que no desesperéis. Pero decidir es hacer camino, y nunca se puede retroceder, aunque lo parezca, podemos volver a un mismo tiempo y lugar, pero siempre pagaremos un precio y nunca seremos los mismos. Eso se llama entropía.
He recorrido los otoñales bosques de la cultura de papel, la Historia, la Literatura y la Filosofía, y descubierto con regocijo que no todo está dicho. Me serví de muchos libros, aunque creo que pasé por más erudito de lo que en realidad era. La mayor parte de mi cultura provenía del cine y la televisión y de una impulsiva curiosidad por todo. Ningún libro o película me pudo dar más que algunos buenos indicios sobre quién era y por qué estaba aquí.
Practiqué la política desde el activismo y desde mi vida cotidiana, que es desde donde mejor se puede hacer sin necesidad de adherirse al poder y al dinero, para poner un granito de arena a eso de cambiar el mundo. Por si hay alguno de los presentes aún no se ha enterado: esto es la despedida de un diverso funcional. Tuve la gran fortuna de vivir como lo hice precisamente porque me permitieron aceptarme y vivir tal cual era.
Podéis felicitar a mis padres si os place, sin duda se lo merecen, sin embargo no olvidéis que no debieran haber sido los únicos soportes durante la mayor parte de mi vida. Las administraciones públicas deben garantizar la no discriminación, la igualdad y la libertad de todos poniendo a disposición los necesarios recursos, incluida la asistencia personal. Me voy con el buen gusto de haber experimentado la auténtica independencia.
Comencé varias veces a escribir mi propia autobiografía, ficcionada naturalmente, pero siempre había algo urgente que hacer y me distraía… lamento que demasiadas veces lo urgente demoró lo importante, y al final el libro quedó sin escribir, y otras muchas cosas quedaron sin hacer.
Lamento al fin dejaros, ahora que empezaba a dejar de tener miedo. Que me desembarazaba de cautelas y obligaciones. Que me permitía, a veces, presentarme ante quien fuera tal cual soy, sin ostentosas demostraciones de paciencia o resistencia, y sin preocuparme demasiado por el futuro. Di pocos pasos por ese camino, me habría gustado saber adónde me habría conducido, seguramente a un lugar bonito y tranquilo de mi conciencia, un lugar que todos deberíamos tener y compartir.
A todos aquellos y aquellas que entendieron mis necesidades y me ayudaron para hacer todo lo anterior posible, tenéis toda mi gratitud. Y a todos con los que compartisteis cualquier cosa conmigo, aunque fuese un desencuentro, se os agradece la oportunidad.
Desde vuestro recuerdo, os quiero".
 
Sin palabras… ¿verdad?
Diré que un panegírico, para quien no sepa, según la wiki es un discurso que se pronuncia en honor o alabanza de una persona.
Originariamente era una composición pronunciada públicamente en un festival y por las circunstancias de su uso se convirtió en sinónimo del "elogio" o encomio, uno de los ejercicios retóricos conocidos como progymnasmata.
 
La virtud ética señala los objetivos por los que trabajamos.
La virtud dianoética, son los medios más eficaces para conseguirlos. Cómo somos capaces de afrontar la vida. Gestionar las virtudes de la vida siendo íntegros.
 
 
A/7.V
 
Entre lo sensato y lo insensato siempre hay un mínimo paso, ese depende de uno mismo.
Ese almuerzo de amigos, de pueblo, con sus excesos, se sustituye por una buena caminata por mis caminos y un libro bajo el sol del patio. ¿Sensato?
 
Ni todo está perdido, ni todo debe darse por perdido hasta el final.
No hay que tirar la toalla ni dejar de pelear aunque otros te lo pongan difícil. Un partido se pierde o se gana en el último segundo y hasta que el árbitro no pita el final hay juego.
 
Las buenas decisiones son la esencia de la libertad. El único compromiso ha de ser con uno mismo.
Hacía tiempo que los padres no venían a su pueblo. Desde el otoño, sumando todo el invierno en el que los fríos hacen que las casas, por aquí, parezcan más bien una nevera, ellos prefieren no venir. Cuando vengo y ellos no están les echo de menos. Paso por su casa, que también es mi casa, cerrada, y la tristeza me inunda de tal manera que prefiero ir por otra calle.
Hoy sí están. Les he dado los buenos días temprano, como siempre, y hace un rato que mi padre acaba de marchar de la casa, esta, de arreglar sus árboles y poner un poco de orden en ese trozo de tierra que hace suya: el almendro, la parra, el olivo,  la higuera, el granado que ha vuelto a crecer, el ciruelo o ese limonero que planté en su día, que todos los años se hiela pero que no renuncia a vivir.
Si hubiera algún modo de representar la felicidad, en una imagen, hoy, quedaría así: mi padre por aquí, quitando malas hierbas, con sus árboles, mi mirada atenta y pendiente en cada momento (poca ayuda para no estorbar) y mi madre preparando una de esas comidas que nos llenará de un inmenso cariño calórico.
Mientras escribo esto,  no escucho más que el canto de cada una de las aves que conviven por aquí, siempre, y me acompañan en este patio rodeado por esos tejados de tejas árabes, antiguas, que van siguiendo mis canas.
 
Dar sentido de trascendencia a cada una de nuestras cotidianas acciones.
Buscar el sentido de lo que hacemos.
Buscar el porqué de lo que emprendemos.
 
No soy practicante católico, ni siquiera lo siento ni creo en la institución eclesiástica. Lo respeto, como todo. Sí que me encuentro, en todo caso, a gusto con el cristianismo puro, el de Cristo.
Entre tanto silencio, aquí, recuerdo que hoy es Viernes Santo. Un día para recordar cómo un hombre fue traicionado, luego apresado, juzgado y condenado.
Solo en el huerto, aceptando su destino y esa cena de despedida de los amigos. Ese camino hacia el Gólgota con la inmensa cruz a cuestas en la que posteriormente le darían muerte. Los tropezones, las caídas, los escupitajos, los latigazos, las burlas, la humillación, los desprecios. Despojado de sus ropas para ser clavado en esos maderos en forma de cruz, hasta morir.
Se hace el silencio, recogimiento, contemplación. Pesar.
Nada dura. Todo se va. Celebremos la vida, celebremos los momentos que nos vienen.
 
 
A/8.S
 
Un problema no te puede parar, pero a un problema hay que enfrentarse y no se le puede dejar crecer. Y en eso estoy, y eso pienso hacer.
No será fácil. Cuento con algo que antes no llevaba conmigo: la serenidad y paz mental del budismo y estoicismo que me acompañan.
Si dejas de perseguir lo que quieres, jamás lo conseguirás.
Si no caminas, no te moverás del sitio.
Si no preguntas, siempre tendrás un No por respuesta.
 
“Si estás atravesando el infierno, sigue andando.” Winston Churchill
 
Hacerse el tonto es una acción estudiada estratégicamente con un único objetivo: el de engañar a alguien.
 
Nuestras creencias y hábitos de pensamiento tóxicos nos provocan sufrimiento, ansiedad. Nos envenenan.
 
TCC-Terapia Cognitivo Conductual. Albert Ellis y Aaron Beck.
Está influida directamente por la filosofía griega, los estoicos.
“Conturban a los hombres, no las cosas, si no las opiniones que de ellas tienen.” Epicteto.
Modelo A-B-C de las emociones de Albert Ellis:
A, vivimos algo.
B, lo interpretamos.
C, experimentamos una respuesta emocional según nuestra interpretación.
Modificaremos nuestras emociones si cambiamos lo que pensamos u opinamos de los hechos.
Puedes analizar tus convicciones y cambiarlas, si quieres, eso modificará tus emociones.
Cuando te venga una emoción negativa, de esas que te paralizan, pregúntate si estás reaccionando sabiamente, si podrías reaccionar de otra manera.
Dentro de ti está toda tu riqueza. Solo tienes que cuidar tu alma.
No busques fuera. Busca dentro de ti.
“La filosofía es medicina del alma, y su auxilio no se ha de buscar de fuera, como en las medicinas corporales, sino que hemos de procurar con todo esfuerzo curarnos a nosotros mismos.” Cicerón
 
 
A/9.D
 
Normalmente, nuestras decisiones y acciones repercuten en otros, por ello es mejor dedicar un tiempo a la reflexión antes que hacerlo de manera improvisada o impulsiva.
La ansiedad aparece en determinadas circunstancias, puntuales, que nos suponen una amenaza en nuestro hábitat habitual.
La emoción de la ansiedad es una respuesta fisiológica normal de nuestro organismo ante una amenaza.
“Hay más cosas que pueden asustarnos que aplastarnos; sufrimos más a menudo en la imaginación que en la realidad.” Séneca
Gana tiempo.
Lo que no ha sucedido, simplemente no ha sucedido. Mientras la desgracia no suceda, queda en eso, es eso, una idea, un pensamiento.
Es verdad que solemos comenzar a sufrir antes de que haya motivos reales para hacerlo.
No adelantemos el futuro y centrémonos en el presente. Soluciones de hoy pueden servir para que no ocurra en un mañana.
 
Debería estar prohibido pensar en domingo. El domingo es ese día que queda entre paréntesis en la semana que termina para iniciarnos en la que empieza.
El domingo debería ser ese día en el que la mente descansa y das al cuerpo tan solo el privilegio del dulce y amargo vermut del medio día.
Los domingos son como un instante, fugaz, en el que el día se descompone en segundos instantáneos de tiempo.
El domingo es como un verso que forma parte de un poema que siempre queda inacabado.
 
Solo la vida se da en el tiempo y solo el tiempo pasa para la vida. Creamos, gozamos, amamos, sufrimos en el tiempo. El tiempo es lo que vivimos. Sin vida no hay tiempo que valga.
 
Ante un problema circunstancial lo normal, lo estoico, es hacerle frente con agallas. No quiere decir que no te afecte, que no tengas emociones negativas, simplemente detente en evaluar lo que no puedes controlar y céntrate en lo que sí puedes gestionar.
Ver la adversidad como una oportunidad para superarte.
La libertad de cómo reaccionar ante un problema es algo que no nos lo puede quitar nadie. En iguales circunstancias vitales, no todos reaccionamos de igual manera.

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