Diario de un Estoico. Lo que el viento nos deja. Semana 31
M/27.L
A., con los años, no solo va creciendo en edad física sino también en
mental, me reubica. No me da lecciones, pero sí una opinión más limpia, exenta todavía de muchas influencias. Sus creencias son fruto de la educación, como
las de todos, en este caso con una base bastante sólida, pero también de esa
juventud rebelde arropada por las circunstancias vividas.
Escribir lo que sale de tu alma, escribir con sangre.
¿Qué quieres contar?
Abre los cajones, esos donde tienes guardados pensamientos, recuerdos y pesadillas. Sácalos.
No dejes las puertas de las habitaciones cerradas. Ventílate.
Todo lo escrito es compromiso. La verdad se esconde únicamente en las palabras honestas. Si no lo escribes no te comprometes, primero contigo, luego con los demás.
Lo que dejas escrito es una Verdad.
Lo que escribes es tu tabla de salvación en medio del mar.
“El secreto del cambio es centrar toda tu energía, no en luchar contra lo
viejo, sino en construir lo nuevo.” Sócrates
La vida es incertidumbre, algo indeterminado, por lo tanto no podemos
llevar un manual de instrucciones bajo el brazo.
Somos frágiles. El mundo es frágil.
Nuestra relación con el mundo es frágil.
No hay líder que lo sea si antes no lo es de sí mismo.
¿Ser optimista o ser realista?
Da la sensación de que estamos obligados a ser optimistas porque parece que del pesimismo no se vive.
Hay que ser optimista, pero no realista.
Lo real es lo que hay y viendo lo que hay, permítanme, es difícil ser optimista.
M/28.M
Me puede mucho la amistad. La valoro tanto que la tengo en el máximo nivel
de mis prioridades. Si un amigo, de los pocos que tengo de verdad, me llama, me
reclama, no tengo agenda más que para él.
A veces eso te descoloca, sobre todo cuando a lo mejor, bajo tu percepción, no crees recibir lo mismo. Pero ¿lo haces para recibir? Realmente no. Es lo que debes de cuestionarte.
El Valor de la Amistad, los que tenemos el privilegio de tener y mantener Amigos de verdad (¿qué es la Verdad?), lo entendemos con el tiempo.
Da igual verte con más o menos frecuencia, lo importante es Estar en el momento que debes estar.
“No existe nada más difícil que la libertad. La libertad no consiste
simplemente en deshacernos de nuestras cadenas, sino en vivir de una manera que
respete y realice la libertad de los demás. Libertad es una responsabilidad, y
es fácil equivocarse al ejercerla. Pero la única forma de aprender a ser libre
es ser libre. La libertad es algo que se conquista, no algo que se recibe.”
Dostoievski
Agradece la vida. Aunque todo lo que eres y tienes, lo poco o la nada, todo
Es.
Piensa en todo aquello que podría salir mal, así no te cogerá con la guardia baja cuando suceda.
¿Qué podría salir mal? Piensa en ello. Escríbelo. Visualízalo.
Déjate guiar por tu luz. Nadie nos sentimos cómodos deambulando a tientas
en la oscuridad, temerosos entre las sombras. La luz es tu guía. Síguela y
contempla lo que te muestre. Déjate invadir por la paz de tu luz.
M/29.X
Viajo a Palma de Mallorca, nuevamente.
Cuando Thomas Edison llegaba a los 67 años, toda su fábrica se vio en
llamas tras una explosión. Perdió todas las máquinas, prototipos que había
hecho, ideas únicas en las que había trabajado toda su vida y 23 millones de
dólares (por suerte no hubo heridos).
En ese momento podría haberse derrumbado, llorar, gritar, no había nada que pudiese arreglar esa catástrofe. En cambio, mira lo que hizo:
Se acercó a su hijo y le dijo: “Ve a buscar a tu madre y a todas sus amigas, nunca volverán a ver un incendio como éste”.
Al día siguiente volvió a empezar de nuevo, y después de un año ya habían logrado facturar 10 millones de dólares.
La vida le dio un golpe durísimo.
No solo acepto lo que estaba fuera de su control, además lo uso como combustible para aprender y construir algo todavía mejor.
Esta es la idea estoica de “Amor Fati” o Amor al destino.
Estas son las disciplinas que te ayudarán a superar cualquier momento de la vida:
1- Percepción. Ver la realidad con calma y de
manera objetiva. Para poder ver lo bueno dentro de lo malo y así tomar acción y
moverte hacia delante con esa información.
2- Acción. La filosofía estoica se basa en
actuar. Las cosas nunca van a ser perfectas y justas. Trabaja con lo que
tienes, para construir lo que quieres. La disciplina es esencial para ello. Todo
lo que vale la pena requiere un esfuerzo.
3- Voluntad. La disciplina es fundamental,
pero la perseverancia es todavía más importante. Diríamos que
es la capacidad de seguir trabajando durante años, incluso décadas hasta que
llega tu momento de brillar.
“Tienes poder sobre
tu mente, no sobre los acontecimientos externos. Cuando seas consciente de eso,
encontrarás fuerza.” Marco Aurelio
Apatheia: estar
sereno y no dejarse llevar por emociones fuertes. Capacidad de mantener el
control.
Tengo no sé cuántas
chaquetas de vestir, es mi mono de trabajo, pero he venido a Palma sin ninguna,
me la he olvidado. Me he tenido que comprar otra y me ha supuesto uno de esos
cabreos conmigo mismo vitales. Por mucho enfado, debía hacerlo.
¿Quién protagoniza tu
vida? Tú.
Solo nosotros somos los que podemos vivirla bien o mal.
Solo nosotros podemos sufrir o disfrutarla.
Solo nosotros podemos poner lo mejor para superar las dificultades o convertirnos en nuestro peor enemigo.
Solo nosotros podemos analizar nuestras fortalezas y así utilizarlas para superar las también nuestras debilidades.
Pongamos nuestra mente a trabajar en nuestro favor.
¿Qué quieres contar?
Abre los cajones, esos donde tienes guardados pensamientos, recuerdos y pesadillas. Sácalos.
No dejes las puertas de las habitaciones cerradas. Ventílate.
Todo lo escrito es compromiso. La verdad se esconde únicamente en las palabras honestas. Si no lo escribes no te comprometes, primero contigo, luego con los demás.
Lo que dejas escrito es una Verdad.
Lo que escribes es tu tabla de salvación en medio del mar.
Somos frágiles. El mundo es frágil.
Nuestra relación con el mundo es frágil.
Da la sensación de que estamos obligados a ser optimistas porque parece que del pesimismo no se vive.
Hay que ser optimista, pero no realista.
Lo real es lo que hay y viendo lo que hay, permítanme, es difícil ser optimista.
A veces eso te descoloca, sobre todo cuando a lo mejor, bajo tu percepción, no crees recibir lo mismo. Pero ¿lo haces para recibir? Realmente no. Es lo que debes de cuestionarte.
El Valor de la Amistad, los que tenemos el privilegio de tener y mantener Amigos de verdad (¿qué es la Verdad?), lo entendemos con el tiempo.
Da igual verte con más o menos frecuencia, lo importante es Estar en el momento que debes estar.
Piensa en todo aquello que podría salir mal, así no te cogerá con la guardia baja cuando suceda.
¿Qué podría salir mal? Piensa en ello. Escríbelo. Visualízalo.
En ese momento podría haberse derrumbado, llorar, gritar, no había nada que pudiese arreglar esa catástrofe. En cambio, mira lo que hizo:
Se acercó a su hijo y le dijo: “Ve a buscar a tu madre y a todas sus amigas, nunca volverán a ver un incendio como éste”.
Al día siguiente volvió a empezar de nuevo, y después de un año ya habían logrado facturar 10 millones de dólares.
La vida le dio un golpe durísimo.
No solo acepto lo que estaba fuera de su control, además lo uso como combustible para aprender y construir algo todavía mejor.
Esta es la idea estoica de “Amor Fati” o Amor al destino.
Solo nosotros somos los que podemos vivirla bien o mal.
Solo nosotros podemos sufrir o disfrutarla.
Solo nosotros podemos poner lo mejor para superar las dificultades o convertirnos en nuestro peor enemigo.
Solo nosotros podemos analizar nuestras fortalezas y así utilizarlas para superar las también nuestras debilidades.
Pongamos nuestra mente a trabajar en nuestro favor.
Escribir como forma de pensar.
Escribir es una conversación contigo mismo. ¿Qué hacía el amigo Platón en sus inmensos e imprescindibles Diálogos? ¿Qué hacía Proust sino conversar consigo mismo mientras contaba su vida desde la habitación de su casa?
¿Qué escribe el diarista? Una conversación consigo.
Para eso madrugo tanto. En breve la jornada me vence.
Desde aquí compruebo que el cielo está encapotado a estas horas tempranas, aunque la temperatura roza los 13ºC. Acaba de amanecer. Mis horas de sueño no están superando la seis y la acumulación de actividad, a la que sumo caminatas y algo de running, consigue que mi cuerpo, en tal día como hoy, viernes y último de mes, esté agotado.
La jornada de ayer fue intensa, con temas más específicos de las islas, como el Estatuto y los Consejos Insulares. Capacidad y sabiduría de muchos, me asombra. No dejar de asombrarse nunca.
Me relaciono bien, al menos trato de hacerlo y conocer a personas que, de otro modo jamás hubiese conocido. Mi condición me permite, en ocasiones, sacar temas ajenos a las cuestiones jurídicas propiamente del encuentro y enriquecerme con las opiniones de unos y otros.
En cada lugar hay preocupaciones y problemáticas diferentes. Todo se ve desde un punto de vista distinto. Cada opinión cuenta y suma.
Vivir en una isla, como la de Mallorca, puede resultar idílico. Lo es si vienes de vacaciones o a descansar en temporadas. Si vives, el día a día, conviviendo además con los miles de turistas que la habitan y sobrepueblan, es tan caótico como vivir en las grandes urbes de la península. Alguno me comenta que les hace plantearse el restringir la entrada de turistas. ¿Impensable? No, pensable. Otra cosa es si sería realizable o no.
Van vestidas como mi madre. Chaquetillas de punto y jersey negro, pantalones negros y grises, oscuros, y unas zapatillas deportivas. El pañuelo estampado al cuello como única prenda que destaca, por el color, del resto.
Por lo que escucho llegaron ayer. Solas. Han pedido dos cafés con leche y unos yogures naturales.
Una de ellas está poniendo unas direcciones en unos sobres que llevan ya los sellos y que, aparentemente, contienen unas cartas que van a enviar a sus nietos. ¿Sabrán los jóvenes que es esto de una carta? Quiere decir que dedicaron la tarde o noche de ayer a escribir.
Están sonrientes. No hablan mucho pero parece que ahora después pretenden darse una caminata por el paseo marítimo.
Tienen cierto parecido. Podrían ser hermanas. Todas las abuelas se parecen. Si mi madre estuviese con ellas, también se parecería.
Son educadas. Me han dado los buenos días antes de sentar.
Una de ellas camina con más dificultad. Los años, los huesos, la vida.
No puedo evitar pensar en mis padres. A mí me parecen más jóvenes, aparentemente, pero a saber. Los años no dejan de correr.
Ambas van peinadas igual. Tienen el mismo tono de cabello, un castaño claro, teñido. La piel blanca, ajena a los rayos de sol.
Me parecen entrañables, como todas las madres, como todos los abuelos.
Alquilar un útero para que incube una criatura con el único motivo de no estar solo, pero no pensando en que esa personita está condenada a estar sola, por muchos bienes materiales que le queden.
La gestación subrogada es un privilegio al que solo unos pocos pueden acceder. Un capricho.
El sueño es tan casual y absurdo como que hoy hace poco más de 22 años que dejé completamente el trabajo. Justo antes de que naciera mi hijo que justo hoy hace 22 años que nació.
Cumplir años, tener el pelo blanco, arrugas, no significa haber vivido sino que puede que solo hayamos existido.
La vida es un milagro, un regalo. Tendemos a normalizarlo y lo desaprovechamos.
Desaprovechar la vida es no valorarla.
Nos olvidamos de valorarla con lo que nos olvidamos de agradecerla.
Nos olvidamos de agradecerla y entonces nos olvidamos de vivirla.
Cuando vas acotando tus tiempos, cuando vas descargando la mochila de estorbos, te vas dando cuenta de que te hace falta muy poco para conseguir ese instante que te deje impregnado un sentimiento positivo, como si de tu mejor perfume se tratara.
Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas,
Pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.
Disfruta del pánico que te provoca tener la vida por delante.” Walt Whitman
Una debilidad al descubierto te pone ante las cuerdas y solo podrás salir fortalecido, que no ganador, con un ataque paciente e inteligente.
Los pájaros que me despierta en Minaya, en una tremenda algarabía celebrando el amanecer, gorjean, cantan, tuitean. Gorriones, vencejos, mirlos, tordos, todos al unísono, expanden sus cantos de tal manera que hoy, cuando desperté escuchando el sonido del autobús pasando por la calle y rompiendo el silencio del amanecer, y también el canto cercano de las aves del campo que tengo enfrente, casi me hace salir corriendo y huir.
Tómate un tiempo.
Un rato, un paréntesis, puede cambiar todo.
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