La vida nos empezará a ir bien el día que descubramos la verdad de contra quien competimos. No competimos contra ese de enfrente: competimos contra nosotros, contra nuestros miedos, contra nuestro ego; competimos contra nuestros bajones y enfados absurdos; competimos contra nuestros malos hábitos y nuestros límites.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

SIMBOLOGÍA: 'EL OJO QUE TODO LO VE'

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.