En determinados días, o siempre, debemos permitir que el oxígeno llegue a todas nuestras células. Respiremos conscientemente. Provoquemos así el silencio y la calma en nosotros. Y a continuar.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 33