Lo que el viento deja. Semana 5

S/26.L
 
Hace fresco, frío. Salgo de casa con no más de 10ºC de temperatura. El otoño nos sorprende y nos advierte que el verano terminó hace tiempo. Todavía nos acompaña algo de sol, importante para el estado anímico. Mi vida sin sol es como si no fuese vida.
 
Noche de sueños. Tan raros como los de todas esas noches largas en las que la mente, el subconsciente, tiene tiempo de relajarse en exceso y vagabundear libremente por ahí.
 
Nada cambia sin acción.
Acepta aquello que no puedes cambiar, libera energía mental para enfrentarte a lo que verdaderamente depende de ti.
 
Leyenda de Hércules. Dos caminos ofrecidos por las diosas Kakia y Arete. Hércules elige el camino difícil, el de la virtud (Arete) abordando los famosos doce trabajos. Cada obstáculo le hizo mejorar y aprender.
Una vida fácil y cómoda nos debilita. Enfrentarse a desafíos persiguiendo algo, te hace crecer.
El placer no es felicidad, la felicidad va unida a la realización personal.
Decide qué quieres ser. ¿Qué estás dispuesto a hacer, sacrificar, para conseguirlo?
Elige siempre mejorar. Tengas la edad que tengas, nunca es tarde.
 
La constancia es el mayor de los talentos.
 
Lo que más importa es lo que pienses de ti mismo, no lo que piensen los demás.



S/27.M
 
“La tranquilidad depende del buen ordenamiento de la mente, lo único que realmente te pertenece.” Marco Aurelio
 
Ser consciente de lo que ocurre en nuestra mente es imprescindible para ver con claridad.
Nuestros pensamientos y emociones que ocurren o aparecen sin darnos cuenta incluyen directamente en nuestros comportamientos.
Si la realidad que ves está borrosa o distorsionada tomarás decisiones equivocadas.
 
Dos personas podemos interpretar de manera diferente lo mismo. Quiere decir esto que una primera impresión no tiene por qué reflejar la realidad de una cosa o un hecho.
 
Lo que ves es lo que tu mente crea.
Si tu mente está influenciada por creencias o pensamientos erróneos, verás una realidad que no es real.
 
 
S/28.X
 
He despertado pensando que hoy era jueves. Pero no.
 
A veces pienso que no tengo necesidad de contar a nadie, externos a mí, cómo me va de bien o de mal. Que no tengo ninguna necesidad, ni siquiera, de estar o pasar tiempo con personas que ya no me aportan nada. Que somos mayorcitos. Que cada uno tiene su vida y debemos aprender a pensar un poco más en nosotros y cuando digo nosotros digo en lo particular, con lo que ello engloba.
 
Muchas veces no sabemos a dónde vamos, caminamos como dando tumbos de un lado a otro, y está bien o entendemos está bien. Lo importante es seguir dando pasos, seguir yendo, porque mientras sigamos yendo, mientras sigamos caminando y soñando, mientras estemos vivos, todo o casi todo es posible.
 
 
S/29.J
 
Aspirar a la grandeza del alma.
 
Aristóteles, en su magnífico manual de vida, Ética a Nicómaco, llamaba andreia a la capacidad de mantener la compostura cuando las cosas no van bien, de recuperar el ánimo en los malos momentos, de no dejar de mantenerte en pie aunque estés medio doblado.
 
No todo lo que nos hace sentir bien es bueno para nosotros.
No todo lo que nos da miedo quiere decir que tengamos que salir corriendo.
No te dejes llevar por las emociones.
Presta atención a tus emociones, detrás de cada una de ellas se esconde una lección.
 
¿Qué papel juega tu mente en la distorsión de tu percepción o en tu sufrimiento?
 
A muchos les gusta viajar, conocer mundo, pero ¿cuántos somos capaces de parar, detenernos, explorar nuestra mente?
 
¿Se puede aprender a vivir después de haber vivido?
Es una pregunta que muchos nos formulamos pasados los 50, con heridas en el cuerpo y, peor, en el alma.
¿Se puede volver a vivir?
Debería de ser, es, que sí; debería ser de obligado cumplimiento el sí, otra cosa es que, como casi todo lo bueno, no sea fácil.
Volver a caminar tras terminar de correr una carrera de ultra fondo, con las piernas totalmente destrozadas y el corazón latiendo cerca de las 200 pulsaciones por minuto, no solo no es fácil sino que es peligroso.
Pero… ¿se puede? Claro que sí. Más despacio, con más cautela y prudencia, sereno, parando cada cierto tiempo… no dejando que el dolor te rompa pero siempre, siempre, sin dejar de caminar.
Volver a mirar aquella cuesta interminable que subiste desesperado y cuando llegaste arriba, sin tiempo de disfrutar, caíste hacia abajo, no resulta fácil.
No mires atrás.
Volver a caminar al ritmo de cada uno.
 
 
S/30.V
 
Los planes de un día para otro pueden ser cambiados no porque uno quiera, por las circunstancias.
Siempre he sido de programar todo, hay cosas que no estarán nunca bajo nuestro control y, una de ellas, la vida.
 
Cuando no encuentras algo y te vuelves loco buscándolo. Cuando sabes dónde lo habías dejado, pero además no depende de ti el encontrarlo.
 
 
O/1.S
 
He comenzado el sábado tratando un poco en ese frescor de la mañana. Aprovechar el sol otoñal y mantener ese compromiso de kilómetros semanales. Es como una meditación. Ordenar pensamientos y eliminar todas esas toxinas que acumulo durante la semana.
 
“Meden agan”, “nada en demasía”, “sin excesos”, es un viejo lema délfico inscrito, entre otro de los Siete Sabios de Grecia, junto al templo de Apolo en la ladera del Parnaso. Allí estaba para honrar la memoria de un poeta, político, legislador y hombre sabio llamado Solón, considerado uno de los Siete Sabios.
Caemos diariamente en excesos, las quejas, las prisas, las turbulencias de lo inmediato, perdiendo así el equilibrio, el punto medio, la armonía interior.
Hemos perdido el centro vital.
Las pantallas de los aparatos, las plataformas de televisión, unido a todo tipo de crisis (económicas, bélicas, pandémicas), las ofertas que alientan al consumo, el ruido, el desorden… nos hemos dejado perder.
Templanza, Prudencia, Entereza, Equilibrio. Recuperar el pensamiento clásico como esa medicina que nos cura de la enfermedad de lo moderno.
La existencia es un vaivén continuo que requiere equilibrio y fortaleza para no dejarte llevar y terminar estampado contra alguna pared.
Céntrate y camina recto, no forzado, por el sendero que quiere la naturaleza, nos escribe Marco Aurelio en sus `Meditaciones`.
 
Desde hace una semana parece que en España no hay otra preocupación que el que la joven marquesa Tamara Falcó, hija de la entrada en años Isabel Preysler, haya mandado a hacer puñetas a ese joven con cara de canalla divertido, Iñigo Onieva, por haber besado a una modelo brasileña (creo), durante un festival de música para ricos, en no sé qué desierto, mientras en sus cuerpos, de los dos besucones, además de sudor, sangre y arena, el alcohol disparaba el descontrol.
 
La gratitud y la solidaridad generan felicidad.
 
Busco la paz, busco estar bien aquí y ahora; busco el compromiso y el optimismo conmigo porque eso genera el bienestar de las personas que me rodean y quiero.
 
 
O/2.D
 
“Quiero vivir tranquilo”, posiblemente sea la frase que más repito en los últimos años, pasados los 50 y tras haber tenido experiencias de todo tipo, éxitos y fracasos.
Cuando mi hijo me insta o pregunta que por qué no emprendo mas, por qué no inicio más proyectos que tengan como meta y objetivo intentar ganar más, tener más, no por crear más, le contesto lo mismo: mi objetivo en la vida, actualmente, hoy y en el futuro, es vivir en paz, tranquilo.
¿Es falta de ilusión, es falta de ambición? Es estar cansado de casi todo, es deseo de conseguir algo que no es fácil y no he sido capaz de conseguir todavía: vivir en Paz interiormente.
 
Cada uno tenemos una definición de felicidad. No es lo mismo la felicidad para un rico que para un pobre, como tampoco lo es para un feo que para un guapo. Pueden ser más felices los feos y pobres que el resto.
 
He disfrutado de la puesta de sol en esta belleza de campos de Valdemoro. Todos los campos son bellos. No son los de mi  Minaya pero, de alguna forma, esas siembras, esos olivares, me llenan de una maravillosa imagen que estoy seguro no todos valoran.
Se me ha echado encima la hora, anochece antes. Salí sobre las 19h. a mi trote y a las 20h. anochecía. He disfrutado a la vez que sufrido, poco más de 10km a un ritmo lento pero suficiente para sentir que hemos cumplido con el objetivo semanal.

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