Una mente brillante siempre ha producido pánico a los mediocres. Yo que soy mediocre, siempre he preferido rodearme de mentes brillantes de forma que así, lo que lidero, también es brillante.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 33