A veces debemos admitir que los tóxicos somos nosotros con nosotros mismos: cuando nuestras inseguridades controlan nuestro comportamiento y no somos justos con nosotros. Así que cada uno debe asumir su responsabilidad y no culpar a los demás.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 33