Para no ser juzgado, no juzgues. La alegría que aporta el no juzgar es fuerte, a partir de ahí dejamos de tener preferencias.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Carta sobre la LEALTAD, a un Amigo leal.-

Diario de un Estoico III. El presente que me vive. Semana 1

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 52