Cuando el Silencio Me Llama...

Todos tenemos problemas, pero el cómo los resolvemos es lo que nos diferencia.

Cada persona que vemos, con la que nos cruzamos, está luchando una batalla de la que tú no sabes nada. Seamos amables siempre.

Somos cada uno de nosotros los que tenemos que hacer que las cosas pasen, no esperar a ver si pasan.

 

No debemos tener miedo a perder, el único miedo que deberíamos tener es el de perdernos a nosotros mismos y hacerlo depende de nuestro hábito.

Todo en la vida tiene un momento, todo su sentido y todo su camino. Dejar que todo fluya es lo sencillo.

Alguna vez hay que dejar que el sentir del camino te lleve, aunque tropieces.

Todo es una experiencia. Lo bueno y lo malo. Todo sirve de algo y para algo.  Estos días han servido de algo. Esta pandemia está sirviendo de mucho.  Los valientes y los cautos. Los temerarios e imprudentes. Los fuertes y los débiles.  Todos somos iguales, pero no todos vivimos igual ni nos enfrentamos igual a las adversidades. Ante la misma circunstancia, cada uno se enfrenta desde su realidad; la realidad de cada uno es diferente,  aunque el mundo sea para todos el mismo .  Nos hemos sentido en riesgo, nos sentimos en riesgo.  Tristeza . Demasiada tristeza. Nos acompaña la tristeza. Nos falta alegría. Tristeza que notas cuando hablas con amigos. Tristeza que sientes cuando caminas por esas calles vacías. Tristeza en tu familia, a la que no puedes abrazar cuando y como quisieras. Tristeza en el trabajo, si lo tienes; tristeza porque no lo tienes y no ves expectativas a corto plazo. Tristeza en los jóvenes, que no están viviendo sus años como jóvenes. Tris...

Cuántos momentos de incertidumbres y miedos nos quedan por vivir, es ahí cuando más debemos de creer en nosotros, aunque nadie más lo haga.

Si no queremos ir saltando en el camino, no nos vayamos poniendo obstáculos cada uno.

Las buenas decisiones no se toman para estar en paz; debemos estar en paz para ser capaces de tomar buenas decisiones.

La resilencia no es solo resistir, es aprender a vivir. Si nos conformamos, habremos terminado.

 

No olvidemos nunca que en ocasiones cambiar puede doler muchísimo, pero no cambiar puede matar.

No se sufre por el dolor sino por la resistencia al dolor.

Encontramos la serenidad cuando dejamos de tener expectativas y aceptamos la situación.

Estos días que el COVID me ha hecho parar. Entre desgana y algún que otro sobresalto que voy superando gracias al antibiótico, he tenido demasiado tiempo para el pensamiento. Tener tiempo para pensar puede convertirse, si no lo controlamos, en un castigo con uno mismo. Creo que a veces por eso las personas piensan poco, o menos. De todos los pensamientos que acumulo, diría que el más instructivo es que la vida está llena de esperanza. Todos hemos cometido acciones negativas, nadie ha sido ni creo sea perfecto, pero siempre tenemos potencial para crecer y estar libres de todo aquello que nos perturba, que nos confunde, que nos genera miedos. Se crece desde abajo, nunca he visto que se crezca desde arriba .  Juan, un amigo de esos que el tiempo va haciendo independientemente de la distancia, me hizo llegar una reflexión que tiene mucho que ver con esto: “una vez que asumimos o tomamos consciencia de lo, con perdón, miserables que somos, podemos empezar a construir, y, de hecho ahí...

La vida es mucho más sencilla de lo que creemos, es más, las únicas complicaciones que tiene son producto nuestro.

No es fácil controlar todo lo que nos pasa alrededor. Si somos capaces de controlar como nos enfrentemos a ello ya es importante. La valentía es más difícil con uno mismo.

Creo que no hay que esperar el momento perfecto, simplemente hay que coger el momento, este, y hacerlo perfecto.

Se hace difícil pensar que no podemos buscar los momentos perfectos. Pero sí tenemos el poder de coger los momentos y hacerlos perfectos.

Llevo días apartado de la escritura y la lectura. Llevo días apartado de todo: confinado . He dudado en escribir o no escribir. Son días en los que dudas de todo y para todo. Sobre todo dudas de ti mismo, más que nunca.   Dudé si escribirlo o no. ¿Pero por qué? Simplemente por una especie de sentimiento que te recorre y te esconde. El viernes me convertí en un número más en las estadísticas de contagios por COVID. El viernes di POSITIVO . Este es el primer positivo que me ha negativizado en muchísimo tiempo, tal vez diría en todo mi tiempo . No sé cómo, ni cuándo, ni dónde. Tenía algunas molestias, como de haber cogido frío. Nada de fiebre, pero sí esa sensación de no estar bien del todo. Decidí hacerme un Test Rápido (pinchazo en el dedo) por si las moscas. Dio negativo. Me tranquilizó. El lunes había estado comiendo un bocadillo, al sol, y rápidamente lo achaqué a eso. El jueves estaba más o menos bien. Algún que otro estornudo y una tos suave. El viernes sentí frío y aparecieron...

 

La preocupación nos hace mirar a nuestro alrededor, el miedo hacia atrás; con fe miramos hacia arriba, el arrepentimiento nos hace bajar la cabeza y mirar abajo. Miremos hacia delante, es vivir y estar.

La importancia de pertenecer, de formar parte de un grupo, siempre ha superado a la de Ser. Pero para pertenecer es indispensable el Ser, de tal manera que cada uno pueda tener su propio pensamiento. Es algo que solo el tiempo te descubre.

Vamos a llenar de Paz y poesía este día. Recuperarnos y cargarnos nuevamente de ilusión y energía para volver al camino con la garantía de que cada paso es un avance en nuestro proyecto vital.

Asumir el riesgo de equivocarnos y fracasar para tener éxito: No dejemos de intentar hacer cosas, porque de todo se aprende. Si no lo intentamos, no sabremos jamás qué pasaría. Actitud positiva para afrontar la incertidumbre.

Llegados a hoy entiendo que la poesía es aquello que me ayuda a comprender mejor el momento presente. Los versos arropan nuestros silencios y hacen bailar los pensamientos.

Hoy tenemos otro regalo de la vida, 1.440 minutos, 86.400 instantes para sentir, emocionar, hacer y vivir; pero no habrá un solo día que vuelva, todos se gastan. No malgastemos nuestra existencia y agradezcamos lo que cada día nos ofrece: respirar, pensar, hacer...

 

Intentemos dejar de preocuparnos por lo que pueda salir mal y vamos a entusiasmarnos por lo que puede salir bien.

Todos los cambios asustan, a quién no. Asusta más lamentarte con el tiempo de no haberlo hecho.

Somos lo que nosotros decimos de nosotros que somos. Enfaticemos en los logros que hayamos conseguido en la vida y no nos dejemos arrastrar por discursos tóxicos. Eres lo que dices de ti que eres.

 

Desbastar una piedra nunca cambia la naturaleza del material que la hace, pero tampoco permite sacar a la luz nada que no estuviera previamente en ella.

Viajé esta semana a Barcelona. Tras reuniones y reuniones profesionales, anduve lo que pude por sus calles vacías, sintiendo que nada en ningún lugar es igual. No son iguales las personas que caminan, con las que te cruzas, sin poder ver los gestos de sus caras; ni lo son los rincones de la ciudad, ahora prácticamente vacíos, con muchos negocios cerrados, pervirtiendo el estado habitual de cualquier ciudad. Madrid respira cada día como lo ha hecho siempre, pero los madrileños, como el resto de los españoles, respiramos con la contención incierta del desconocer las ideas, órdenes, de nuestros políticos cuando abren los ojos y entonan su himno a la chulería o el oportunismo aderezado con gotas de orgullo, presunción y amor propio. Ya no nos provoca incertidumbre el COVID, creo que, a estas alturas, todos o casi todos sabemos lo que debemos hacer para cuidarnos nosotros y a los nuestros. Lo que nos provoca incertidumbre, pero también mucha vergüenza, es contemplar cómo mientras mueren ciu...

No dejamos de correr hacia el siguiente momento, con prisa y ansia; es la manera de no disfrutar de este momento.

Como en todo, la exigencia pervierte los momentos. A veces es mejor dejar que todo fluya, sin pensar, sin exigir. Así todo es y será.

¿Quiénes cambian el mundo? El mundo lo cambian los que hacen, no aquellos que constantemente se quejan; no los que se quedan sentados esperando soluciones. La transformación pasa por hacer. 

Mañana será otro día. Mañana no seremos los mismos, al igual que hoy no somos los mismos que ayer.‬ ‪Este día no se va a repetir, así que: VIVÁMOSLO.