Nunca solucionaremos un problema cerrando los ojos. No dejemos que otros piensen o decidan por nosotros. Siempre tendremos algo que decir. Cuidemonos y hagamos fuerte nuestra mente y espíritu: no deleguemos nuestra vida.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 33