Me he levantado de cada caída, pero nunca olvidaré la razón que me hizo caer. He aprendido y me he fortalecido. No es fracaso caer, es no aprender

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 33