La mayor tristeza siempre es despertar sin esperanza, despertar sin un objetivo, despertar sin una ilusión, despertar sin un reto. 
La mayor alegría es despertar al día con gratitud, ilusión, ganas de sentir y ser la esencia de tu Ser.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30