Cada uno de nosotros tenemos un poder extraordinario, aunque no lo sepamos o reconozcamos, y es que podemos elegir lo que queremos y a donde queremos ir. Solo tenemos que decidir caminar hacia ello. Un instante siempre merece la pena solo tienes que querer.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 29