01.12.2019... Trabaja tu Mente!

He vuelto a respirar el silencio estos dos días. He vuelto a encontrarme con la soledad del campo, en el camino, mientras los cielos rojizos abrazaban las lindes. 

He vuelto a caminar, no mucho tiempo, pero sí el suficiente para reflexionar, para cuestionarme, para sentir que tanto nuestra felicidad como nuestro sufrimiento son siempre parte de nuestro día a día y están provocados no por lo que nos rodea, no por el mundo exterior, están provocados por nuestra propia mente.

Todos tenemos el mismo potencial, simplemente debemos aprender a desarrollarlo.


Debemos descubrir nuestra mejor versión porque somos conscientes que la que tenemos ahora no es la mejor versión de nosotros.
La felicidad, la alegría, depende de la transformación de nuestra mente. 
Para transformar nuestra mente lo primero que debemos hacer es pacificarla, librarla de malos pensamientos, de ruidos, de todas esas causas de sufrimiento. Abrir nuestra mente.

Nos hemos preocupado y ocupado por tener lo mejor de todo (trabajo, casa, coche, reloj, smartphone, hijos, relaciones...), unos lo han llegado a conseguir todo, otros menos o nada... pero, si no hemos conseguido la calma, la paz, la alegría y/o la felicidad, quiere decir que algo no hemos hecho o no hacemos bien.

Párate a pensar qué es lo que está pasando.

La felicidad no está fuera de nosotros, está dentro.

Da la sensación de que en el mundo exterior está la solución a todos nuestros problemas; está el bienestar y el goce, pero la clave, contrariamente, está en nuestro interior.

Tienes en tu mano todo el potencial para transformarte.

Creemos que lo externo es la fuente de nuestra felicidad. Pero la fuente de la felicidad está en la virtud. Lo externo no da sentido a nuestra vida, simplemente nos distrae momentáneamente.

Nos creemos los más importantes, que todo lo que hacemos lo hacemos bien. No dejamos de desear más y más. No tenemos en cuenta a los demás. Tomamos decisiones sin pensar en el resto. Nos agarramos del YO YO YO y no vemos lo que nos rodea. Esta es una de las causas principales de nuestros sufrimientos.

Debemos relajar ese anhelo de que se cumplan todos nuestros deseos y nuestra mente se serenará.

Tenemos el potencial para la felicidad, para la alegría, porque está dentro de cada uno de nosotros. Debemos crear las condiciones apropiadas para lograrlo.

Tu mente es indestructible te quede lo que te quede de vida. Libérate de los sufrimientos. Si te liberas de las mentes negativas, dejarás de sufrir. Renuncia a seguir sufriendo.

Sinceramente, no importa las acciones negativas que hayas realizado, hoy es ese momento, si tú lo quieres, para comenzar el cambio, para librarte de esos pensamientos oscuros, para librarte de esas negatividades que te acompañan, para librarte de los miedos.

Todo va dejando huella en nuestra consciencia. Remuévelo.

Nadie ahí fuera está creando esas idas y venidas en nuestra vida. Nuestra mente, nuestras acciones las producen.

Nuestra mente nos lleva a realizar acciones negativas que posteriormente traen consecuencias negativas. Nosotros somos los creadores de los problemas porque nos dejamos llevar por una mente engañosa que nos controla.
El resultado de tu vida, tu éxito o tu fracaso, depende siempre de tus acciones.
Tu vida es el reflejo de tu estado mental. Si tu mente está desordenada lo normal es que tu vida lo esté.

Nunca te resistas a lo que acontece. No puedes cambiarlo. Pero sí puedes cambiar la interpretación que haces de eso que ha sucedido.

Lo que ves es una consecuencia directa de lo que piensas y crees.

El mundo que ves no es lo que es, es lo que tu crees.

Existen dos realidades: lo que es (la Realidad) y lo que tu ves o interpretas de 'lo que es’ (tu mundo).

¿Por qué sufrimos? Por nuestra interpretación de lo que vemos.

La raíz de todos nuestros problemas está en nuestra mente.

Cambia tu mente y cambiarás lo que ves. 

Independientemente de lo que ocurra a tu alrededor, elige cómo quieres sentirte. Elígelo tú.

Si te sientes bien, si te sientes completo, no necesitas absolutamente nada del exterior.

Preferimos sufrir a cambiar nuestra forma de pensar.

Profundiza en ti. Deja de ser tú para Ser. 

¿Quién soy YO? ¿Quién eres realmente?

Curiosamente nadie mejor que tú para profundizar en ti, para descubrir tu verdadero Ser y calmar la mente. A partir de ahí los pensamientos cambian y con ellos tus acciones.

No importa lo que pasó ayer. Importa lo que quieres que pase a partir de ahora.

No merece arrepentirse. Los errores, los fracasas, esas desgracias, la culpa, lo que no hicimos. Pensamos que la vida es peor de lo que podía haber sido si hubiésemos hecho otras cosas. Pero estamos aquí. Podemos, si queremos, que mañana sea mejor de lo que ha sido hasta hoy.

Trabájate a ti mismo, trabaja tu mente; hoy puede ser un buen día para comenzar.

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