28.04.2019... Voté!

Cierto es que hoy es un día particularmente raro, pero importante en nuestro país. 

Cierto es que hoy, también, ha sido un día particularmente raro, y no menos importante, para mí. 

El libre albedrío es algo que cada uno de nosotros poseemos pero que no muchos utilizamos. 


Libre albedrío es decidir por nosotros, no por lo que piensen los demás. 

Vivimos una sociedad en la que lo habitual es dejarnos llevar por la corriente, es lo cómodo. 

Nos educamos en una sociedad en la que lo normal es tener, personalmente, creencias que nos limiten. Nuestras creencias son aquello a lo que nos han acostumbrado, en lo que nos han educado o en lo que asumimos que los demás quieren que hagamos porque de lo contrario no formamos parte del entorno o de su aceptación. Y queremos, tendemos , a ser aceptados. Y es así. 

Más allá de mis convicciones, ideas o creencias, asumo que lo que pienso no es lo que pueden pensar los demás. Por cierto que, a lo mejor si así fuera, el mundo sería un caos. Pero lo más importante en mi, tras años de cabezazos contra el suelo e inspiración, es que lo importante en todo es tener un criterio propio, compartido o no, pero en el que creas, porque lo peor en la vida es haber tomado decisiones en las que no estabas profundamente de acuerdo. 

Hoy voté. Creo que tenemos un derecho que tampoco valoramos como debemos. Tenemos un derecho que nuestros pasados, no hace tanto, no tenían.

Recuerdo, como si fuera ayer, la primera vez que voté. No he dejado de hacerlo, incluso la vida me ha permitido el privilegio de votarme a mí mismo (algo poco habitual) en algún momento. Sé yo mismo que a lo mejor ni lo hubiera hecho, en aquel entonces. 

Hoy, aunque las cosas no sean como uno quisiera, acompañé a votar por primera vez a esa persona, que ha crecido y es, lo más importante de mi vida: mi hijo. 

Puede ser una estupidez, para mí no. 

Mi hijo ha crecido, como Ser y como Persona. Mi hijo piensa, siente y es por él mismo. Mi hijo ha visto de mis errores, de mis defectos y de mis fracasos. Tiene criterio y decisión. A veces la comparto y a veces no, pero es la suya. 

Hoy me he sentido inmensamente feliz y orgulloso. 

Votar no es una gilipollez. Votar es tener unas ideas, un criterio. 

Votar tiene un valor que muchos en este mundo todavía no tienen. 

Votar es elegir, exigir y compartir. 

Pero votar también es respetar el derecho a no hacerlo. Visto lo visto, hasta casi entiendo los que no lo hacen.

Hoy voté. Sé que muchos no lo han hecho tal vez por desencanto. Desencanto de personas. Quién no es un desencanto. Quienes no somos un desencanto para los que nos conocen.

Cuando fui conocido comencé a ser un desencanto.

Hoy voté respetando lo que tras el resultado, que no lo sé, será. 

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 29