18.10.2018... Unos versos!

Revisando  papeles, recopilando notas para un artículo, he encontrado unos versos que leídos hoy, en la distancia de los meses, me han emocionado más que aquél día que escribí.

Es lo que tiene la poesía, es lo que tienen los versos, esos que a veces se pierden, esos que dicen o no dicen nada, esos que son simple y llanamente emociones.

Solo el que escribe sabe, solo el que escribe aprende. Cuando te lees con el tiempo, más allá de la crítica y exigencia a la que te sometes, eras capaz de encontrar el momento de la creación y, sobre todo, si todo obedece a la imaginación o, por contra, si es producido, como es el caso, por un sentimiento.



A él.

Nunca podré decirte
porque es posible que no lo entiendas
o simplemente ni me creas
que en esta vida mía de fracasos
de deambular en varias direcciones
apurado, cansino, gruñón
en esa búsqueda permanente
de lo que no tengo
apareciste aquél abril de marzo
y te sostuve un instante suficiente
para agradecer a ese Dios
que ya jamás 
dejaría de sujetarte.

Ahora que pienso
en estas noches de vela
cuando el vacío se apodera dentro
que eres tú quien me sujeta
crecido en abriles
caminando en esta vida
que para ti todavía se acorta
pero habiendo sentido cerca
que la mentira es la causa
de cómo quien la busca alcanza
motivo de desdichas varias.

Ahora en lejanía
veo lo que no vi
cuando arropado en ínfulas egoicas
parecía mirar de lejos
a los que me cobijaban cerca.

No trataré de sorprenderte
más sí de no dejar de entregarte
entre versos y dichos
entre frases y suspiros
cansado pero vivo
lo que este camino nuestro
me ha dejado prestado
que no es más que experiencia
y un gran tesoro
Hijo
en forma de hombre.

¿Te habré defraudado?
Todo tiempo dice.
Creí crecer alto
y tú lo crecerás más.
Y sueño siempre
con irme dejándote
al menos con la misma talla
que a tus padres
otros dejaron al vivir.

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