09.10.2018... Reflexiones conscientes.

¿Verdad que a veces sentimos que no somos quienes queremos ser? ¿Verdad que a veces, cuando paramos a reflexionar sobre nosotros, a examinarnos en la profundidad de nuestro yo, vemos a alguien que no es quien creemos que es? 

Nosotros, yo, he inventado una voz. Una voz que me hace tomar decisiones. Pero yo no soy esa voz. Si soy capaz de descubrirme, de conocerme realmente como soy, si me encuentro, dejare de ser esa voz que me lleva por un mundo que no quiero.


Nosotros tenemos el poder de parar esa voz. Solo nosotros. Es cuando el silencio nos habla.

Por qué no piensas en el qué pasaría si abandonases ese tú irreal.

¿Quieres no ser?

Somos víctimas de lo que nos hemos inventado. 

Somos víctimas de nuestros pensamientos.

Si queremos resurgir, cambiar, depende de nosotros, procede de nosotros.

Somos culpables porque estamos inventando nuestra culpa.

Nada externo a nosotros nos puede dar paz. Solo está en nuestra mano darnos paz, dotarnos de paz. Generar esa paz interior que tanto necesitamos para vivir una vida en plenitud.

Tu salvación procede de ti.
Tu progreso depende de ti.
Tu liderazgo procede de ti.
Todo depende de ti.

Reconoce que tus pensamientos te manejan y te llevan por el camino no correcto.
Tienes que querer quererte.
Tienes que desear liderarte.

Si te sientes mal, abatido, es tu deseo de estar así. 

Tu eres capaz de cambiar ese momento y esa situación.

Tú salvación sale de ti.

La salvación no se encuentra en una copa de vino, en un coche o cargos inscritos en tarjetas de visita. Depende de ti y nada más que de ti, independientemente de lo material.

¿Por qué percibes esto? Porque lo piensas. Si piensas sientes. Tu eres la causa de tu percepción.

¿Por qué no te liberas?

Deja de pensar así. O, tal vez, ¿es que lo deseas? ¿Deseas pensar o percibir lo que percibes? ¿Tu soledad? ¿Tu culpa? ¿Tus malos hábitos?
Debemos aceptar que nuestra culpa es una decisión de nuestra mente.
Eres responsable de lo que ves y de lo que sientes.

Lo que tú crees que eres puedes dejarlo de ser.

Sí. Desea, quiere,  otro mundo, tu verdadero mundo. 

Tienes poder. Tienes que desear cambiar.
¿Cual es tu deseo?

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 33

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 34