19.08.2018... Reflexionando en Verano...

Cuando estoy junto el mar echo mucho de menos el campo, pero disfruto de este silencio acompasado por las olas y trato de vivir el Ahora como creo que puedo. 

El campo es muy diferente al mar. Lo rural a lo marítimo. Pero todo es un equilibrio. Al final tampoco tenemos tanto tiempo para disfrutar de lo poco que tenemos y cuando lo tenemos siempre queremos otras cosas que no tenemos en ese momento. Es difícil saciarnos porque es difícil controlar nuestro deseo y el no estar nunca conforme con nada nos genera ansiedad, disconformidad, queja.

Es verdad que mirar el cielo inmenso, azul, puede ser nada.

Es verdad que escuchar el ritmo silencioso de las olas podría ni percibirse.

Es verdad que dejarte abrazar los pies, por diminutos granos de arena, ni siquiera se percibe.

Que el viento que te acerca el perfume de la brisa, entre salado y amargo, ni se reconoce.

Pero es estar aquí y en el ahora.

En este presente, que ni da, ni tiene, ni predice, ni siente.

Todo cambia porque se tiene.

Todo es porque nada es.

Cambiando de tema, hoy, al hilo de unas noticias aparecidas en prensa sobre los abusos a menores por parte de sacerdotes en Pensilvania, nueva noticia de las muchas que van apareciendo en los últimos años, he reflexionado sobre mi alejamiento de la Iglesia.



Creo que comenzó el día que tuve uso de razón y comprendí que bajo aquellas sotanas y alzacuellos del colegio, también se escondían hombres miserables que utilizaban el poder histórico que el Estado había otorgado a la iglesia y el clero, para aprovecharse de los más débiles.
 
En España ha habido abusos de sacerdotes, por no decir que los sigue habiendo. 
 
Me di cuenta que aquellos que alentaban y predicaban la palabra de Cristo, simplemente no lo practicaban porque vivían más en la abundancia que otros seres que les rodeaban. 

Me di cuenta que había curas que escondían asesinos. O que no hacía muchos años era la propia iglesia la que alentaba al asesinato de los no creyentes.

Me di cuenta que para ser bueno no hace falta llevar sotana. 

Salen noticias escalofriantes de fuera de España pero... ¿y en España? ¿Por qué en España no hay investigaciones ni denuncias? ¿Que pasaba en los colegios religiosos, tan reconocidos? ¿Y en los internados de curas?

Creo que sobre este tema continuaré escribiendo y continuaremos asqueándonos leyendo determinadas noticias.

El artículo que hoy nos dedica Vargas Llosa en el diario El País, '¿Defensa de la vida?', trata casi sobre lo mismo. Les invito a leer, aunque yo me quedo y aplaudo,  su último párrafo donde dice:
"¿A qué viene esto? A que una institución objeto de revelaciones tan horrendas como el abuso sexual de niños y jóvenes por parte de sus propios religiosos, debía ser menos intolerante e inflexible sobre un tema tan doloroso como el del aborto, al que siempre se ha opuesto con ferocidad, prescindiendo de los matices y las razones especiales, y condenando sin contemplaciones a las madres desgraciadas que recurren a él. No siempre las acciones humanas pueden ser divididas entre buenas y malas, hay casos —y el aborto es uno de ellos— donde la bondad y la maldad no se distinguen tan nítidamente y es preciso sopesarlos con mucho cuidado y, sea cualquiera la decisión que se tome, aceptar que se tomó sin alegría e incluso lamentándolo porque la otra decisión hubiera sido sin duda peor."

Es domingo y todavía huelo a mar. No quería dejar pasar de largo el apunte. No todos estarán de acuerdo, y es respetable. Hay que despegarse de los fundamentalismos y, la iglesia, nos duela o no decirlo, continua siendo fundamentalista, llena de un poder exagerado y, además, dirigida por hombres y no por predicar la 'palabra de Dios' se es mejor que otros.

Por eso, como yo y no solo yo, cada vez son más los que se alejan de la iglesia fundamentalmente católica.

Feliz noche.

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