17.08.2018... Breves reflexiones de verano...

Es cierto que se puede cambiar de lugar, una y mil veces, de espacio, pero si no cambias tu visión de las cosas, tu percepción de lo que te rodea, del mundo que habitas, todo será lo mismo. 

Viene a cuento esta reflexión del lugar desde donde escribo, diferente al de los últimos días, pero siempre ajeno a la percepción que cada uno tiene de lo que le rodea. 
La espiritualidad no tiene que ver con ese lugar donde la practicamos, sino desde dónde la practiquemos. 
Leía estos días, en los textos de Un Curso de Milagros, la siguiente afirmación: “Se deja afuera mucho más de lo que se admite adentro.” Y qué verdad. Vemos nuestro mundo, ese de fuera, y le damos un valor más del que realmente tiene porque el verdadero valor, el verdadero poder, está dentro de nosotros. 



El lugar donde estamos siempre es el correcto si lo vemos desde las perspectiva del aquí y el ahora, el presente. No hay antes ni después; hay Ahora

A veces queremos controlar absolutamente todo, hasta la dirección que marca el viento. Es imposible. Solo desde la serenidad el mundo que nos rodea podrá renovarse; veremos porque realmente queremos ver y la verdad comenzará a aparecer. 

Aceptar todo lo que sucede en el presente, no enjuiciar, no pensar en lo que nos gustaría que ocurriera sino dejar que las cosas ocurran como tienen que ocurrir. 

Creo que la felicidad es diferente para cada uno de nosotros, pero ninguno podrá ser realmente feliz si está en guerra consigo mismo. Trabajar por conseguir tu paz interior debe ser tu mayor desafío.

El camino es primero hacia dentro, luego hacia fuera.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 25

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 26

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 27