19.06.2018... A veces pienso...

¿Qué pensamos cuando pensamos? 

Hay lugares mágicos que recogen todos nuestros pensamientos. Lugares en los que los caminos se abren o se cierran.. Es el campo, es esa tierra a veces inhóspita pero siempre frágil y poética.

Es mi raíz y mi vida. Es mi campo y mi pueblo. Mi ciudad, mis calles, mis caminos.

Estos caminos me guardan y me recogen. En estos caminos dejo mis huellas, mis versos y mis lágrimas. Sed de naturaleza, sed de vida y alma. Sed de paz y equilibrio.

Cada uno debe buscar los suyos.


Parece que a veces son las cosas que creemos más importantes las que nos dan felicidad, sin embargo cada vez tengo más claro que son esos pequeños, mínimos detalles del día a día lo que realmente provocan un estado de felicidad.

Tal vez para empezar a ser más feliz deberías, por ejemplo...

1. Escribir todos los días. Escribir te ayuda a sacar tus mayores miedos, miserias y preocupaciones de la cabeza. Vomitarlos. Te recomiendo lo hagas a primera hora del día o en la noche.

2. Haz una foto de camino al trabajo. Yo trato de hacerlo todos los días. Busco una imagen que me motive en mi trayecto diario, caminando.

Mo Gawdat, un ejecutivo de Alphabet, y autor de Solve For Happy. Cada día de camino al trabajo Gawdat busca algo que capte su atención y saca una fotografía.

Para Gawdat, el objetivo de buscar la fotografía ideal es que impide que pueda pensar en temas angustiosos, ya que está demasiado concentrado buscando belleza.

Lo considera una forma de meditación: en vez de centrarse en su respiración, o en un punto exacto de la pared que tiene enfrente, centra toda su atención en el mundo que le rodea.

3. Planifica algo que te divierta, que te sea atractivo, por la mañana. Puede ser desde pensar que saldras a correr al finalizar el día, que irás a buscar ese libro que te apetece leer, un encuentro con amigos tras el trabajo o, simplemente, pasear por la calle.

Busca actividades que te dan satisfacción u alegría.

4. Anota todos los días tres cosas por las que estés agradecido

El ejercicio Tres cosas buenas fue ideado por el psicólogo Martin Seligman junto a sus compañeros. Así es como funciona, según el Greater Good Science Center de UC Berkeleys.

Cada noche antes de acostarte anota tres cosas que te hayan ido bien, junto a una explicación de por qué fueron bien. Las cosas pueden ser tan aparentemente insignificantes como que tu pareja sacó la basura, o tan importantes como que te han ascendido en el trabajo. Asegúrate de incluir todos los detalles posibles y describir cómo te ha hecho sentir dicho acontecimiento.

Seligman y su equipo descubrieron que aquellos que ponían en practica el ejercicio de las tres cosas buenas se sentían más felices y menos deprimidos los siguientes seis meses. 

Si te va mejor, puedes hacer este ejercicio por la mañana.

5. Medita. Medita cada mañana o cada noche. Comienza con 5 minutos y llega hasta los 15 minutos. Será suficiente para sentir que tu mente se relaja por completo.

6. Tener tus rincones, tus lugares, esos que te aportan energía y te provocan realmente un estado de felicidad poco habitual.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 33

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 34