Descubrí...



Descubrí
que las lágrimas
existían para llorar.

Comprendí
que el amor 
nacía para morir.

Entendí
que el corazón
latía para dejar de latir.

Sentí
que vivir suponía
volver a sufrir.

Supe
que solo un privilegio
despertar
te puede redimir.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 29