14.09.2016... Retorciendo el Tiempo
Nos ha llegado el frío como de repente. Los hay a los que les encanta, en cambio otros nos sentimos más felices entre el calor de los largos días de verano.
En mi caminata de hoy, camino a la oficina, pensaba que no sé si los días se retuercen o los retorcidos somos nosotros.
Según escribo y voy leyendo lo vomitado, tengo la sensación de haberlo escrito ya mil veces y eso es porque he caído mil veces en el mismo error o pensamiento.
Tal vez es que no dejamos de pensar siempre lo mismo. Nos convencemos de pelear todos los días con lo nuevo, pero poco hay de nuevo si nuestros pensamientos y hechos no han cambiado.
Por placer y formación, leo cada día innumerables textos y libros sobre liderazgo, coaching y motivación; todos se anuncian y venden como novedosos best seller, o como fórmulas mágicas para alcanzar esa felicidad tan deseada. Luego vuelvo, en la tarde o la noche, como siempre, a mis clásicos; a mis filósofos de cabecera (Aristóteles, Montaigne, Epicteto, Séneca, Marco Aurelio, etc.) para ratificar que todo ya lo dijeron ellos, que todo ya está escrito en sus antiguos, pero actuales, textos que no eran más que pensamientos y reflexiones acogidos en un papel hace tantos siglos que no existía ni el término liderazgo.
La filosofía es reflexión y pensamiento, pero también emoción.
La poesía es emoción pero también reflexión.
Filosofía y poesía son silencio.
Pero seguimos retorciéndonos en el tiempo y con el tiempo.
Hacer es tiempo y para que las cosas sucedan hay que dedicarles tiempo.
Por eso es importante parar para pensar, para valorar y para seguir actuando. Eso también es tiempo.
Los esfuerzos aislados sirven de muy poco. A las cosas hay que dedicarles tiempo y ser perseverantes. Tener voluntad más que motivación.
Cada uno de nosotros elegimos lo que hacer con nuestro tiempo por ello es de suma importancia su buen uso. Me temo que no soy un buen ejemplo.
No soy un buen ejemplo y por ello me retuerzo en mis días cuando reflexiono sobre ello. Me retuerzo porque al leerme me topo con la misma reflexión de hace algún tiempo y eso quiere decir que no hemos cambiado nada.
Aprovecha el día de hoy; fíate del mañana lo menos posible. Horacio
Por ejemplo, en mis cinco cuentas de correo suelo recibir en el día, aproximadamente de media, con más o menos importancia, unos 200 email de diferentes procedencias y asuntos.
Aunque priorizo, me es difícil no utilizar parte de mi tiempo en echar un vistazo a los buzones con esos malditos avisos de 'correo sin leer'.
Al día, de esa media de 200, no más de 40 o 50 quedan identificados como importantes, a lo que debo contestar y, en algún caso, sopesar respuesta antes de enviar. Tiempo. Todo es tiempo.
Creo que este ejemplo es suficiente como para que de vez en cuando te den ganas de lanzar el móvil, o el ipad, a ese hermoso lago de El Retiro, según camino por la mañana, tratando de equilibrar el tiempo y el sentido de la existencia del día.
Aconsejo priorizar tareas.
Aconsejo utilizar bien el tiempo.
Aconsejo parar, caminar, pensar.
Aconsejo quitar de tu vida lo que sobra y te hace perder tiempo.
Aconsejo tanto que luego yo, en determinados días, soy incapaz de obedecerme.
Tener tiempo es la posesión del bien más preciado por quien aspira a grandes cosas. Plutarco
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