26.10.2014 Entre lecturas y Encuestas

Dicen que los domingos son esos días de recogimiento, caseros, que te preparan para afrontar con garantías de aguante la semana. Si además el cambio de horario te beneficia, te da un rato más de descanso o sueño, levantas y prácticamente despiertas al del kiosco mientras el sol baña tu ciudad, entonces sabes de sobra que vas a encontrar el equilibrio y cuando llegue la noche, como ahora, antes de tiempo, comprenderás desde un punto de vista positivo, que la semana terminó como debía de terminar.

Mi sesión running de cerca de 16 km, junto a C, con un precioso sol acompañando un cielo azul, nuestras conversaciones, nuestros silencios, el esfuerzo y la gratitud por tener momentos así, que han quedado recogidos en otro día de esos que se llenan y te llenan de familia.

Día de lecturas y estudios. Día de repaso de proyectos y objetivos. Día de análisis varios.

La verdad es que cada uno lee lo que le entretiene y place. Lo que necesita en muchos casos. Eso debería ser una obviedad fuera de cualquier pensamiento contrario o crítica. Lo que ocurre es que vivimos en un mundo en el que tendemos a criticar todo, absolutamente todo.
Unos leen novelas de moda, otros novelas clásicas o de autores de culto. A unos les encanta el teatro escrito o los relatos cortos y a otros los versos. Unos se pierden en interminables tratados filosóficos y otros llegan al orgasmo con los libros de Ayn Rand. Y muchos, desgraciadamente, no leen absolutamente nada. 

Cada uno lee lo que le interesa, aunque a veces también lo que no, y va conformando su pensamiento día a día. Y el pensamiento de cada uno, sus ideas, es el de cada uno, el suyo. Puede ser compartido por otros o no. La esencia de lo diverso es una de las partes de la riqueza de la libertad.
Y dicho esto yo, además de versos, la prensa, de informes varios, de algún que otro ensayo filosófico o biografía, este fin de semana he leído dos artículos bastante interesantes, de dos autores de pensamiento diferente, pero hoy con un argumento parecido.

El primero es de Antonio Elorza, 'Podemos: Asaltar, ¿para qué?', publicado ayer en El País y me quedo con estas palabras: "Lo único claro, con una frase del proyecto y el artículo de Monedero en la mano, es que van a cargarse mediante 'una fase destituyente' (sic) el exhausto, elitista y oligárquico 'régimen de 1978'. Implantarán una democracia 'plebeya'. Algo suena aquí a Chávez, o algo peor..."

El segundo es de Enrique López, 'Alimentar al populismo', publicado hoy en La Razón y del que recojo: "El populismo en su sentido más negativo es la forma de gobierno que sólo desarrolla medidas populares, destinadas a ganar la simpatía de la población con derecho a voto aún a costa de que sean contrarias al estado de derecho (...) No debemos alimentar más el populismo desde el propio sistema, es muy peligroso."

A estas alturas de la 'película' todos sabemos de qué hablan o sobre qué escriben. Por acción u omisión, estamos alimentando el populismo, los populistas y el peligro existente en nuestra sociedad de que, sin darnos cuenta, sin ni siquiera darse cuenta esos que ahora les jalean o aplauden, estén introducidos en todas las estructuras que nuestro sistema democrático permite. Ese sistema que ellos critican.

He podido analizar esta semana dos encuestas: una de ámbito nacional y otra local

En el ámbito nacional esta nueva organización, de postulados y principios bolcheviques, obtiene apoyos suficientes (17,1%) como para tener una representación en el Congreso de los Diputados de 42/51 diputados (ENCUESTA COMPLETA OCTUBRE AQUÍ). 

A nivel local, sólo voy a hablar de mi ciudad, Getafe, donde el actual gobierno del Partido Popular está haciendo una gestión notable, los apoyos que obtendrían (20,5%) a día de hoy les podría dar una representación de 6 concejales (ENCUESTA AQUÍ), convirtiéndose en la tercera fuerza política del municipio y, posiblemente, visto lo visto, de España. 

Estamos a mucho tiempo de las fechas electorales, pero no tanto si lo miramos desde un punto de vista sociológico. Cambiar tendencias hacia abajo o hacia arriba, no es fácil.

Me preocupa que lo construído con esfuerzo de todos comience a desmoronarse. Cuidado con los experimentos. La historia de nuestro país es la que es y todos la conocemos. Somos caprichosos. La regeneración no pasa por cambiar el sistema. La regeneración no está en las ideas, está en las personas. La regeneración no pasa por los populismos blocheviques o chavistas.



Y sí, dicho esto, voy a seguir leyendo. Me queda poco para terminar el día lo haré entretenido en la biografía que Carlos García-León y Borja Martínez-Echevarría han escrito sobre un gran hombre: Antonio Garrigues Walker.

Comentarios

  1. Magnífico final el suyo Señor Moreno, este Señor es muy culto, muy bien preparado.

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  2. Ei, me ha sorprendido la relación entre orgasmo y Ayn Rand. Bueno, es una autora muy rompedora. A mí me gustan sus entrevistas y fragmentos "de tesis" de sus novelas (ya que hace años que no leo nada de ficción). Tengo siempre por leer (y por comprar) un libro suyo sobre el capitalismo como utopía desconocida. En conclusión, una autora que sirve para pensar.

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