Cómo escribir y corregir un poema.

Escribir poesía puede ser una de las tareas más gratificantes, sobre todo si has tenido una idea que te parece que puedes explotar de forma eficiente y sientes una cierta inspiración.

Pero a veces, la poesía no fluye y debemos trabajarla intensamente, sin conseguir ni un mínimo porcentaje de lo que esperábamos. De hecho, suele ocurrir que una idea que nos parecía excelente, termina resultándonos vacua.

El momento de corrección debe ser uno de los más cuidados, porque exigen de nosotros una especial atención. Es como si por un momento tuviéramos que aparcar los sentimientos y analizar fríamente lo que hemos creado.

A decir verdad, por esta razón de mirar de forma exhaustiva y fría aquello que ha surgido de lo profundo de mi alma, es que detesto esta etapa. De hecho, tampoco me gusta manosear tanto los poemas; si no he conseguido lo que deseaba prefiero escribir otra cosa, antes que realizar minuciosos retoques que terminen destruyendo el objetivo del poema y lo conviertan en una estructura acabada medianamente bien pero que ha perdido su esencia. Pero son diversos puntos de vista.


Aspectos importantes de un poema

Un poema se compone de diferentes aspectos: sintáctico, fonológico y léxico.
Sintáctico: debes tomar partido, conocer las reglas de la sintaxis y la gramática y decidir si vas a respetarlas o no. Si has decidido no hacerlo pregúntate si es esto imprescindible y, si así lo consideras, plantéate por qué debe ser así. Toda oposición a una estructura debe tener un basamento. La sintaxis es la estructura en la que se encuadra toda comunicación, si vamos a obviarla, debemos tener un fundamento para hacerlo. Y, ¡cuidado!, la mera rebeldía no es un buen justificativo.

Fonológico: un poema está compuesto de palabras que al unirse entre sí y combinarse con los silencios, presentan sonidos. Éstos son fundamentales para darle al texto el carácter y el ritmo, aspectos fundamentales de este tipo de composiciones.

Léxico: cada término empleado en el poema debe ser escogido con precisión. El azar no debe jugar un papel importante, la sensación de que tales palabras “quedan bien juntas” no es un buen justificativo para utilizarlas, a menos que nos ayuden
a encontrar el sonido y el sentido que esperamos en ese verso.

Pero es importante señalar que un poema no se trata de un conjunto de imágenes apiladas al azar, sino que debe ser una construcción que manifieste un mensaje (en lo posible, claro) que pueda ser comprendido por el lector. Por tanto la creación del mismo debe darse a conciencia, con un claro compromiso poético.


¿Cómo escribir un buen poema?

En lo que respecta a la formación y perfeccionamiento del oficio, como ya lo hemos dicho en otras ocasiones. Para escribir bien es necesario sino, imprescindible, leer muchísimo. Si queremos escribir poesía, por tanto, en primer lugar, deberemos leer mucha poesía. Y, preferentemente de autores que realmente puedan aportar valores y calidad a nuestra creatividad.

Se dice que para escribir una buena poesía es necesario estar muy inspirado. En realidad esto no es del todo cierto. Si bien sí lo es que te embriaga una enorme satisfacción cuando son pocas las cosas que debes cambiar de un poema que has terminado; no siempre ocurre esto.

Escribir poesía es un oficio como cualquier otro y exige entrega y dedicación. No bastan los instantes de fervor, es necesario despegarse del mundo y encerrarse junto a las palabras para entender cuáles son las adecuadas para escribir lo que deseamos. Por esta razón, es posible, que la mayoría de los poetas sean personas que no gustan de las reuniones sociales y que disfruten más de sus momentos de intimidad en los que pueden expresarse frente a una hoja. De todas formas parece que estuviera vendiéndoles un estereotipo.

No considero que todos los poetas sean iguales. Tampoco que los que sean más introvertidos puedan ser mejores que los otros, ni mucho menos. Simplemente abogo por la calma y la premeditación y esto solo es posible si llevamos una vida relativamente tranquila, lejos de la exasperación y el superficial desenfreno que nos propone la vida actual.

Importancia de una buena corrección

Disponer de ciertas pautas para realizar la corrección de nuestro trabajo puede ser fundamental. Las mismas deben estar adaptas especialmente a la tipología del texto que se desea resolver. En el caso de la poesía existen una serie de consejos que pueden serte de utilidad.

Debemos realizar una lectura en “grueso” sobre el trabajo, resaltando o haciendo pequeñas anotaciones en torno a aquellas cosas que no estamos del todo convencidos de haber logrado con precisión. Para esto tenemos que tener presente cuáles eran nuestros objetivos al sentarnos a escribir el mismo y ajustar el resultado a nuestro plan primero.

Las cuestiones que a nivel estructural deberías tener más en cuenta son las referentes a la medida, la rima, las figuras y el tono poético en la composición. Para ello puede serte de mucha ayuda no tanto la lectura de material teórico, como lo que intenta ser este artículo, sino la de poemas.


Algunas cosas importantes al escribir es tener en cuenta el lenguaje poético, las figuras retóricas y el vocabulario utilizado. Tener presente al lector no necesariamente es interesante, es decir que escribir poesía pensando en el receptor podría romper la idea de ella.

Como para todos los tipos de textos es conveniente realizar la creación teniendo en cuenta algunos pasos importantes:

Escribir el poema
Guardarlo durante un tiempo
Volver a leerlo
Revisar las cuestiones importantes
Corregir temas estructurales
Releer el texto y corroborar que se haya logrado el objetivo poético

Por último, cabe señalar que antes de sentarte escribir, debemos tener una idea clara. La poesía debe tener un objetivo, porque todo mensaje todo lo tiene. Por tanto busca las razones por las que debes escribir eso y pregúntate si es realmente imprescindible hacerlo. Si la respuesta es SÍ, entonces, ¡manos a la obra!



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